El Bombero de Dobarganes, uno de los mejores relevistas que han pasado por nuestras series nacionales de béisbol. (Foto:Toma de Internet):
Osvaldo Rojas Garay
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09 Agosto 2021
09 Agosto 2021
hace 3 años
Se esperaba que de un momento a otro ocurriría; sin embargo, por esas coincidencias de la vida, mientras culminaba la Olimpiada de Tokio y nuestro pueblo festejaba la actuación de los atletas en la capital nipona, lamentablemente acá, en Santa Clara, en horas de la madrugada de este domingo 8 de agosto, partió hacia la eternidad Isidro Luis Pérez Zulueta, uno de los mejores relevistas del béisbol en las décadas del 70 y 80, del pasado siglo.
Si decía al comienzo de este trabajo que el deceso de Isidro podía ocurrir en cualquier momento es porque desde hace varios años padecía de cáncer, una enfermedad que él enfrentó estoicamente hasta el final de sus días.
Nacido el 15 de mayo de 1951, Isidro debutó en la temporada de 1974 con el equipo de Las Villas, luego se desempeñó con Arroceros y Azucareros y con los poderosos elencos de Las Villas en campeonatos selectivos. Tras establecerse la división político-administrativa en 1976, fue fundador del conjunto de Villa Clara, que se insertó en nuestro béisbol a partir de la versión de 1977-1978.
De sus 11 campañas en los clásicos beisboleros, vistió en siete contiendas la franela de Villa Clara. En total lanzó en 248 partidos, con balance de 64 salidas exitosas y 26 reveses, tuvo una efectividad de 2.52 promedio de carreras limpias y salvó 42 juegos.
Curiosamente, Isidro realizó casi toda su carrera como relevista; sin embargo en la temporada de 1977, vistiendo el traje de Azucareros resultó líder en victorias con ocho, igualado con Gaspar Legón (Ganaderos) y Rafael Rodríguez (Citricultores) , los tres también culminaron abrazados en promedio de ganados y perdidos, con 8 y 1 y 889 promedio de ganados y perdidos.
Isidro integró junto a Michel Pérez una de las 13 parejas de padre e hijo que han formado parte de las selecciones anaranjadas. Michel logró anotarse un juego de cero jits cero carreras contra los Leñadores de Las Tunas, en el 2001.
Antes y después de su padecimiento conversamos en innumerables ocasiones. Siempre era el mismo, jaranero, jocoso, simpático y cuando se hablaba de coraje en la pelota, había que mencionarlo obligatoriamente. Para la historia quedaron sus escones con las bases llenas frente a Pinar del Río que le aseguró la victoria a Las Villas en la Selectiva de 1983 y contra un equipo Cuba en una Copa José Antonio Huelga. Estos son dos ejemplos de por qué le decían el Bombero de Dobarganes, venía a apagar el fuego en los partidos calientes y en pocas veces fallaba.
Isidro sabía que estaba herido de muerte, pero la enfrentó con coraje y voluntad, tal vez por eso pudo llegar a los 70 años de vida.