Pensé que en Budva nuestra provincia coronaría a su quinto campeón en la historia de los mundiales juveniles de boxeo; pero, lamentablemente, el santaclareño Yurisniel Abreu Ardiles (75 kg), después de dos excelentes demostraciones en sus escaladas al cuadrilátero en esa ciudad balneario de Montenegro, quedó a un paso de entrar en medallas al ceder en cuartos de final en un reñido pleito frente al kazajo Sanzhar-Ali Begaliyev, por decisión de 1-4.
Abreu, uno de los principales favoritos para adueñarse de un sitio en el estrado de premiación en su división, había derrotado por votación unánime (5-0) en sus salidas anteriores al albanés Amar Koci, y en octavos de final, al ruso Adan Murtazaliev, un hueso duro de roer; sin embargo, el kazajo Begaliyev se interpuso en su camino y le impidió seguir avanzando en el organigrama.
En la Copa del Mundo Juvenil, efectuada el pasado mes de marzo en ese mismo escenario, el nativo de la Ciudad de Marta y el Che se había proclamado campeón, además de resultar el boxeador más técnico del evento, lo cual hizo pensar a los entrenadores y entendidos en la materia que estábamos en presencia de uno de los candidatos a tener en cuenta en las aspiraciones de los criollos de mejorar la cosecha lograda en La Nucía, España (2022), donde los antillanos se agenciaron dos metales áureos, un subtítulo y tres preseas de bronce, para ocupar la sexta posición en el medallero, que fue encabezado por Uzbekistán (5-3-2).