Al fin, madre

Luego de tres embarazos perdidos y con 35 años, Yuneski Veloz Navarro logró el sueño de abrazar a su criatura.

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La pequeña Gabriela  llegó al mundo mediante cesárea en el hospital provincial general docente Mártires del 9 de Abril, de Sagua la Grande. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
10481
17 Abril 2018

Insomnio, preocupaciones y hasta ilusiones perdidas acompañaron a Yuneski Veloz Navarro durante largo tiempo. Ya con 35 años habí­a tenido tres abortos precedentes, sin poder llevar a término ni un solo embarazo.

Primero, una pérdida casi al inicio de la gestación; le siguió otra a las 18 semanas y el último aborto ocurrió con 26 ya cumplidas. Roberto Dí­az Martí­nez, su esposo desde hace cinco años, también comenzó a inquietarse.      

Doctoras Yuleidy Botana e Inés Hernández, junto a Gabriela y sus padres.
Las doctoras Yuleidy Botana Reyes e Inés Hernández Llerena (en el extremo derecho) formaron parte del equipo que atendió el embarazo. (Foto: Ramón Barreras Valdés)  

Un dí­a asistieron a la consulta en medio de dudas e inseguridades, le realizaron el ultrasonido y para sorpresa de ambos, los expertos comunicaron que Yuneski estaba nuevamente en estado de gravidez. No lo podí­a creer. Alegrí­a por un lado, y miedo por el otro. Fueron sensaciones inexplicables, «sin embargo, lo más difí­cil resultó perder los anteriores porque eso no se olvida ».  

Memorándum

♦ La aparición de varios abortos espontáneos puede considerarse uno de los factores de infertilidad femenina, en la que influyen, además, deficiencias fí­sicas hormonales, estilo de vida y factores ambientales, pero la mayorí­a de los casos son atribuidos a problemas con la ovulación.

♦ Según estudios,   el 30 % de las causas en la mujer está relacionado con la menopausia precoz, la endometriosis o aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, las obstrucciones o lesiones en las trompas de Falopio, además de las anomalí­as uterinas, cervicales o los desarreglos ovulatorios.

♦ Un 20 % de los casos guarda relación con causas mixtas o combinadas, o sea, los dos integrantes de la pareja tienen responsabilidad.

♦ El pesario de cerclaje, creado por la doctora alemana Birgit Arabin, posee múltiples indicaciones ante la amenaza de parto prematuro por incompetencia cervical, embarazos múltiples, prolapsos, así­ como en gestantes sometidas a esfuerzos fí­sicos como el de permanecer de pie durante perí­odos prolongados.

Mientras la madre contempla a su retoño, Roberto precisa que residen en la localidad matancera de Jagí¼ey Grande, «pero yo soy de Corralillo y necesitábamos el abrigo de nuestra familia. Allá vivimos solos y llegamos a Villa Clara cuando este último embarazo tení­a alrededor de dos meses y medio ».    

A partir de ese momento comenzaron las acciones del Programa de Atención Materno-Infantil (PAMI) corralillense bajo la mirada experta de la Dra. Inés Hernández Llerena, toda una cátedra en la especialidad de ginecobstetricia, a la que se unieron la también especialista Yuleidy Botana Reyes y el resto del personal de enfermerí­a.

Habí­a que ganarle tiempo al tiempo y consumar los sueños de una mujer.  

En el banquillo de la paciencia  

La pareja confiesa que el tiempo parecí­a inamovible. Ya Roberto tení­a hijos de un matrimonio anterior, por lo que varias veces contaban hasta mil en un proceso que exigió reposo total en la casa.

El colectivo de especialistas determinó la colocación del pesario de cerclaje, un dispositivo moderno parecido a un anillo de silicona que evita el parto prematuro, al imposibilitar que el cuello del útero abra antes de tiempo y así­ lograr la criatura.

Por otra parte, si el cérvix se acorta en la etapa de gestación existen marcadas posibilidades de que ocurra un nacimiento antes de término.  

«Este proceder se realizó en el hospital ginecobstétrico Mariana Grajales, de Santa Clara, sin ocasionar molestia alguna », señala Yuneski.

Ya solo quedaba esperar. Cumplir con el cronograma de citas médicas reglamentadas y los exámenes establecidos. La pareja contaba los dí­as, hasta que el 25 de febrero pasado procedieron a la cesárea en el hospital provincial general docente Mártires del 9 de Abril, de Sagua la Grande.

A las 6:45 de la tarde rompió el llanto en el salón. Llegaba al mundo Gabriela Dí­az Veloz.

Procedimiento de cerclaje en mujer embarazada.
La flecha indica el pesario de cerclaje, una especie de anillo de silicona situado alrededor del cuello uterino con la finalidad de mantenerlo cerrado y en posición normal. Tanto su colocación como la retirada se realizan a través de la vagina, sin recurrir a una intervención quirúrgica.  

«Cuando la vi me parecí­a increí­ble. Fue una suma de hechos, antecedentes y sucesos que rondaron por mi cabeza. Lloré mucho. Fue un momento único… de emoción, alegrí­a, dolor… », rememora la madre.

Si de gratitudes se trata, el matrimonio reconoce a las respectivas familias, al personal médico y paramédico que siguió todo el embarazo a partir de su detección, a las amistades que los apoyaron y a quienes no perdieron la fe en su tan ansiado anhelo.

«La Dra. Inés es una maravilla. Hizo todas las gestiones para que me pusieran el pesario y siguió mi embarazo hasta su término, mientras Yuleidy Botana Reyes me realizó el trabajo en el salón. Son dos personas muy importantes en mi vida, y nunca hallaré la forma de agradecerles. Ambas resultan extraordinarias, junto al resto del equipo de enfermerí­a y otras especialidades, que también tienen un espacio en mi corazón ».  

La voz de la experiencia  

Yuneski Veloz, Roberto Dí­az y la pequeña Gabriela se encuentran con sus médicas en el policlí­nico Mártires del 11 de Abril, de Corralillo. La muchachita abre los ojos de vez en cuando, sin imaginar que constituye el centro de atención.

«A veces siento miedo de que le pase algo porque es el logro de un sueño que parecí­a imposible », le confiesa la mamá a Inés Hernández, la voz de la experiencia en ese territorio del norte villaclareño, quien con la palabra oportuna y sus conocimientos fue eliminando los presagios de la madre, curándole los desgarros del alma hasta llevarla por las sendas de la felicidad.

A ella le preguntamos si figuraba entre los casos más complejos de todos los vistos en sus años de práctica.  

Doctoras Yuleidy Botana e Inés Hernández.
La pareja pensó en determinados momentos que serí­a difí­cil alcanzar el sueño, ya que Yuneski Veloz salió embarazada a los 35 años y tení­a el antecedente de tres abortos. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

«Siempre resulta un rompecabezas enfrentar situaciones como esta. Por una parte, la responsabilidad profesional. Por la otra, el deseo de cumplimentar los anhelos de una mujer. Tres abortos anteriores, ya en edad de riesgo obstétrico, pero deseosa de ser madre. Recibimos mucho apoyo de la familia y de la embarazada, mas habí­a que tomar determinaciones y, por los resultados, creo fue lo mejor ».

Como madre y experta, ¿qué se experimenta cuando, a pesar de los contratiempos, la vida ofrece este tipo de recompensas?

La mirada de Inés se pierde, queda sin palabras por unos minutos y rompe a llorar.

Contrastes

♦ La aparición de varios abortos espontáneos puede considerarse uno de los factores de infertilidad femenina, en la que influyen, además, deficiencias fí­sicas hormonales, estilo de vida y factores ambientales, pero la mayorí­a de los casos son atribuidos a problemas con la ovulación.

♦ Según estudios,   el 30 % de las causas en la mujer está relacionado con la menopausia precoz, la endometriosis o aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, las obstrucciones o lesiones en las trompas de Falopio, además de las anomalí­as uterinas, cervicales o los desarreglos ovulatorios.

♦ Un 20 % de los casos guarda relación con causas mixtas o combinadas, o sea, los dos integrantes de la pareja tienen responsabilidad.

♦ El pesario de cerclaje, creado por la doctora alemana Birgit Arabin, posee múltiples indicaciones ante la amenaza de parto prematuro por incompetencia cervical, embarazos múltiples, prolapsos, así­ como en gestantes sometidas a esfuerzos fí­sicos como el de permanecer de pie durante perí­odos prolongados.

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