El arca de El Condado

La reinserción de los ancianos a la sociedad y la formación de valores pretende el Proyecto de Trabajo Comunitario Integrado que se desarrolla en una circunscripción santaclareña.

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Proyecto ARCA del Condado de Santa Clara
Integrantes del Proyecto se preparan para el inicio de una actividad. En el extremo izquierdo su promotor, el master Manuel Guerra Garcés.
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
6895
12 Febrero 2019

El Condado santaclareño es una barriada multifacética que, como todas, sueña, ama, tiene sus desbalances y hace por la vida. Cuentan que el propio paso del tiempo llevó a que el master Manuel Guerra Garcés, delegado de la circunscripción número 16, del Consejo Popular Condado Norte, se preguntara, una y otra vez, qué se podí­a hacer para que el envejecimiento no se convirtiera en el iceberg de la soledad.

Es cierto que aparecen las canas, que las manos no ocultan el desgaste de los años, y que determinadas facultades comienzan a perderse. Por ello un dí­a de abril de 2014 buscó ayuda en el doctor Mario Enrique Sánchez Bení­tez, geriatra y gerontólogo, a fin de impulsar un Proyecto Comunitario Integrado que contribuyera al logro de una comunidad abierta para todas las edades.

Memorándum

Entre las problemáticas fundamentales de esta área figuran el abasto de agua, la higiene del entorno y la salud ambiental, la proliferación de vectores, los patrones y conductas sociales inadecuadas, sin descartar las tendencias a las adicciones que reclaman estrategias de intervención para tratar de solucionarlas.

El eje central dedicado a la formación de valores incluye, además del rescate de costumbres e identidad local, las tradiciones culinarias, la artesaní­a, las caracterí­sticas de las fiestas populares, y aquellas personalidades que dejaron huellas en la historia o que contribuyen a enriquecerla en la actualidad, entre otras variantes.

A partir de entonces trabajaron con la tormenta de ideas, algo que diera esa especie de pie forzado a fin de analizar, junto al Grupo de Trabajo Comunitario del área, aquellas motivaciones que ofrecieran un matiz positivo hacia el propósito de reinsertar al anciano a un entorno compartido por varias generaciones.  

La paciencia ha sido la clave en el difí­cil camino de transformar la vida de sus habitantes a través de un acercamiento sociocultural e intergeneracional con la participación de las instituciones de la zona y los recursos locales.

  ¿Por qué ARCA?  

Ya estaban delineados los objetivos del Proyecto; sin embargo, faltaba el nombre, y entre tanto buscar sus creadores se apoyaron en la literatura universal donde ARCA aparece como una solución para preservar ejemplares de cada especie ante la inminencia de determinadas coyunturas que impidan el buen desenvolvimiento de la humanidad.

«Entre tantas aristas trazamos nuestras lí­neas de trabajo o canales de ejecución que incluyen cuatro grupos fundamentales: la historia de la localidad, el movimiento por una comunidad saludable, la actividad fí­sica, la cultura y la recreación, y el saneamiento del entorno.

«Cada grupo tiene sus acciones dirigidas al rescate de la historia local a partir de hechos, sitios y lugares de valor históricos, o mediante el museo en el barrio con objetos o artí­culos de valor pertenecientes a los propios residentes en la barriada. Está el movimiento por una comunidad saludable que incluye la promoción, prevención y educación para la salud, sin excluir la calidad y abasto del agua de consumo, la actividad fí­sica y la salud, el adulto mayor y la longevidad sana mediante programas teóricos y prácticos » enfatiza Guerra Garcés.

Proyecto ARCA
Piezas de notorio valor pertenecientes a integrantes del Proyecto se suman al Museo del Barrio. (Foto: Cortesí­a del proyecto)

Y cómo enmarcan las problemáticas medioambientales?

Existe el grupo promotor del medio ambiente, y entre todos seguimos el saneamiento ambiental. El cuidado de los rí­os, la situación de los microvertederos convertida en una dura y compleja tarea, y el enfrentamiento antivectorial.

Como parte de la recreación quedan habilitadas las peñas del dominó, de ajedrez y otros juegos de mesa, sin descartar las útiles caminatas, las olimpiadas del barrio, y el programa A jugar que también suma a todas las edades.

Reconocimiento de AMECA
Reconocimientos internacionales en eventos relacionados con la longevidad se suman a las distinciones del grupo.    (Foto: Cortesí­a del proyecto)

Con varias ediciones cuenta ya el concurso Memorias de mi Barrio que elige a sus ganadores, en tanto el Proyecto agrega premios y reconocimientos en eventos de Trabajo Comunitario Integral y la participación en certámenes patrocinados por la Asociación Médica del Caribe (AMECA) vinculados a la longevidad, la enfermerí­a geriátrica, la salud bucal y el encuentro de centenarios efectuado en 2015.

Otros ojos para la barriada

Con sus 2514 habitantes esta área de la capital provincial se apoya en las organizaciones de masas, los centros educacionales, del Comercio y la Gastronomí­a, los consultorios médicos y del taller de enseres menores radicados en el perí­metro.

Ahora sus creadores repasan los cuatro años de existencia marcados por resultados y aportes.

«No resulta la maravilla del mundo y admite su perfeccionamiento, pero se ha logrado el rescate y la consolidación de la identidad de los pobladores de la comunidad », resalta Manuel Guerra.

En un tema tan escabroso para la ciudad como la protección ambiental ¿pueden hablar de resultados?

Aclaro que tampoco es perfecto, pero apreciamos el mejoramiento de las condiciones higiénico-sanitarias, así­ como la prevención de enfermedades y la respuesta al llamado ante situaciones que provocan daños para la salud previsibles a través de hábitos, estilos y comportamientos saludables.

En el grupo existen lí­deres que son los encargados de enfrentar las lí­neas de trabajo. Por ello insisten en promover aquellos valores solidarios entre vecinos y el acercamiento a las diferentes generaciones, sin distingo de edades, pero que procure la socialización con el adulto mayor.

Y algo en extremo importante resulta integrar esfuerzos colectivos a fin de encontrar soluciones que indiquen un salto cualitativo hacia una comunidad superior.

Mas, no todo está escrito. Entre vecinos llega también el reconocimiento a personalidades y destacados con domicilio en la barriada. Las calles han sido testigos de cómo llegó el abrazo sentido al Dr. Raúl Dueñas Fernández quien por muchos años dirigió y encauzó al Cardiocentro villaclareño, o a la Dra, Gema Mestre Varela, eminente catedrática de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas que ha formado a múltiples generaciones de universitarios.

Gema Mestre
Una de las personalidades reconocidas es la Dra. Gema Mestre Varela, eminente catedrática de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas.    (Foto: Cortesí­a del proyecto)

Pero el distingo ha tocado, también, a las puertas y los corazones de Zaidita Castiñeyra y Pedro Alejo, baluartes en el arte, al Dr. Felipe Moré, pilar de nuestra ginecologí­a, a la Dra Alicia Alfonso Serafí­n, Profesora Emérito de nuestra Universidad, y a una figura carismática como el dinámico cargabate Roberto Jiménez (Misifú) del equipo de béisbol local, entre otros.

Así­ anda la brújula por la circunscripción 16 de Santa Clara. Haciendo que la vida sonrí­a y que nazcan motivaciones en beneficio de todos. Una travesí­a necesaria por nuestros dí­as a través del Arca del Condado.

Contrastes

Uno de los retos que muestra el Planeta es el de cómo abordar el envejecimiento con sus múltiples aristas.

Si bien en esta «problemática » tienen un peso considerable las acciones gubernamentales y de hecho les compete no es menos cierto que el ámbito comunitario y familiar está comprometido, y no siempre se obra de la mejor manera.

Ancianos que viven solos y que ningún familiar se ocupan de ellos, o de aquellos que teniendo otros integrantes en su núcleo familiar piensan en la errada solución del Hogar de Ancianos para evadir, definitivamente, sus responsabilidades.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que los tipos de agravios más comunes son los psicológicos. Afectan al 11% las personas mayores, seguido de los financieros (6%), el abandono (4%), los abusos fí­sicos (2%) y los sexuales, casi en un 1%.

Sin bien hay realidades que hacen muy compleja la vida y de la que Cuba no escapa hay que pensar que la mayorí­a de esos ancianos nos dieron todo para llegar a ser lo que somos. Por tanto, velar por ellos, atemperar los caprichos propios de la edad, y cuidarlos, se convierte en un deber ciudadano impostergable.

Proyectos comunitarios integrados que tomen como eje central el paso de los años, sin apartarlo de sus realidades y del entorno comunitario valen la pena y merecen su extensión.

No como muestra de agradecimiento, si no visto a manera de fortaleza que nos hace cada vez más humanos.

¿Tenemos o no nuestras Razones?

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