Entre ciclones, sequí­as y frentes frí­os

Cada conversación con el máster Amaury Machado Montes de Oca, jefe del Departamento de Pronósticos del Centro Meteorológico Provincial (CMP) de Villa Clara, aporta valiosas informaciones y enseñanzas. En esta que sostuvimos regaló un interesante «ajiaco » sazonado con explicaciones sobre las variables climatológicas y detalles de la meteorologí­a como ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos.

Primero hablamos sobre los frentes frí­os, esa parte delantera de una masa de aire polar, la cual provoca un descenso en la temperatura en la zona por donde pasa. Con la llegada de uno al finalizar marzo y el vaticinio de otro para este fin de semana, surgió el interés  por conocer si se trata de un comportamiento normal   o un hecho infrecuente. «El tercer mes del año clasifica todaví­a en el perí­odo invernal, que, de manera oficial, comienza en noviembre y concluye en abril », explicó el especialista.

Ello «justifica » la frialdad percibida en dí­as recientes luego de que llegaran a Cuba por el golfo de México, tras originarse cerca del polo norte, atravesar los Estados Unidos y hacer sentir sus efectos en nuestro paí­s.

Se dice que marzo es el mes del viento, y Amaury Machado explica que, por lo general, los frentes frí­os no ocurren con la frecuencia de los registrados en febrero. Las altas presiones continentales migratorias que salen por el Atlántico, por un punto especí­fico en la costa este de Estados Unidos, provocan que no desciendan tanto las temperaturas.

Muchos coinciden en que ya no se reportan tantos dí­as consecutivos de invierno como en épocas anteriores. Según argumenta el experto, la tendencia para los años venideros es que cada vez tengamos más temporadas cálidas, aunque ello no significa que no ocurran picos de frí­o, como el registrado en febrero, con temperaturas que descendieron hasta 3 y 5 ^oC; mientras, todaví­a abril regala mañanas con frialdad al recibir algunas masas invernales.

¿Influye en este comportamiento el cambio climático?

Las evidencias medibles del cambio climático (CC) se aprecian en dos fenómenos: el incremento del nivel del mar y de la temperatura mí­nima en los últimos 15 años, no así­ en los registros de la máxima, algo que no sucedí­a en la década de los 70 ni en la de los 80. Por otro lado está el nivel de salinidad, que afecta el crecimiento de las plantas, en el caso especí­fico de los suelos.

Si tomamos un calendario, ¿có ­mo se comporta la entrada regular de frentes frí­os?

Octubre, por lo general, recibe uno o dos frentes frí­os, o ninguno. En noviembre hay un promedio de dos mensuales; sin embargo, la etapa de diciembre a febrero se considera la de mayor actividad, acompañada de un perí­odo seco en el que llueve muy poco. Enero y febrero constituyen los meses en que aumenta la cantidad de frentes frí­os dentro de la temporada invernal.

«Como detalle ilustrativo vale significar que el récord de temperatura mí­nima registrado en Cuba ocurrió el 18 de febrero de 1996, en Bainoa, con 0,6 ^oC ».

El perí­odo lluvioso tiene sus irregularidades. ¿Qué avizoran los pronósticos?

Los modelos climáticos de  los últimos dí­as auguran lluvias en mayo después del dí­a 10; en tanto, abril no regalará precipitaciones como para llenar embalses y acuí­feros subterráneos.

«Este mes es el último de la llamada temporada seca, y según informes obtenidos de la base de datos de Recursos Hidráulicos, junio aparece como el más lluvioso, pero en los últimos 15 años no se ha comportado así­ ».  

Respecto a la temporada ciclónica, ¿pueden hacerse vaticinios preliminares?

Cuba elabora sus pronósticos en mayo, aunque ya una universidad estadounidense realizó sus predicciones, y en abril lo harán varias instituciones del mundo. Hasta el momento, se prevé una temporada muy activa.

«En estos tiempos se ha acortado el inicio de la temporada ciclónica, que oficialmente comienza el 1.^o de junio, pero no olvidemos que en los últimos ocho o diez años ya en mayo se ha registrado un ciclón, como ocurrió en el 2018 ».

¿Prevalece El Niño-Oscilación del Sur o es La Niña la que lleva la voz cantante?

El Niño-Oscilación del Sur (ENOS o ENSO, por sus siglas en inglés) es el resultado del calentamiento y enfriamiento recurrente de la superficie del océano en el Pací­fico del este, pero La Niña prima en estos momentos, y se considera un evento climatológico que provoca un enfriamiento anómalo de las aguas del Pací­fico central, desde las costas de México hasta Hawai.

Hablemos de la sequí­a que también nos afecta. ¿Cuál es la realidad?

Hay varios tipos de sequí­a: meteorológica, hidrológica, económica y agrí­cola.

«La de tipo meteorológico existe en la provincia, mas no es tan fuerte como la ocurrida en 2003 y 2005, que fue paliada por el ciclón tropical Dennis, en 2005, al dejar suficiente lluvia. O como la del 2015-2017, también atenuada por «Irma » y «Alberto », en 2018, como fenómenos que han pasado, en unos casos, cerca o sobre la provincia.

«En la actualidad, Remedios es el municipio que sufre una sequí­a meteorológica marcada, situación a la que se suma gran parte de Placetas y zonas de Manicaragua. También existen sitios muy puntuales de Santo Domingo, Quemado de Gí¼ines y Sagua la Grande con afectaciones parciales.

«Todo dependerá del comportamiento de las lluvias y de las medidas a adoptar para evitar situaciones muy complejas. No obstante, este perí­odo lluvioso define el comportamiento de una sequí­a extrema para 2023 ».

¿Cómo puede contribuir la población?

Con el máximo ahorro del agua, incluidos los organismos y ministerios que utilizan este valioso recurso imprescindible para la vida.