Los científicos estudian la posible causa del padecimiento, que ya ha causado algunas defunciones en el mundo. (Foto: Tomada de Internet)
Ricardo R. González
@riciber91
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21 Mayo 2022
21 Mayo 2022
hace 2 años
Un brote de hepatitis aguda infantil de origen desconocido tiene en vilo a los expertos dada su circulación por el orbe. Las estadísticas de casos y países se disparan vertiginosamente desde hace varias semanas, aunque Cuba aún no reporta incidencias de esta índole ni existen evidencias de incremento de otros tipos del padecimiento hepático en la infancia.
Memorándum
- La hepatitis es una enfermedad inflamatoria que afecta al hígado. Su causa puede ser muy diversa: infecciosa (viral o bacteriana), inmunitaria (hepatitis autoinmune) o tóxica (alcohol, sustancias venenosas o fármacos).
- Según la OMS, la misteriosa enfermedad se ha manifestado en infantes con edades que oscilan entre un mes de nacidos y 16 años.
- Los primeros diez casos fueron notificados a la OMS por el Reino Unido el pasado 5 de abril. Se trataba de niños menores de 10 años sin dolencias previas, y desde entonces también se han detectado contagios en España, Israel, Dinamarca, Italia, Estados Unidos, Argentina y Bélgica, entre otras naciones.
No obstante, Villa Clara mantiene ojos y oídos atentos, y aunque no se hayan registrado enfermos, ya se diseñó un plan de vigilancia encaminado a precisar los procederes de prevención y control, para afrontar el padecimiento si llegara a confirmarse su presencia en el país.
Así lo confirma a Vanguardia la Dra. Mireya Cepero Montalván, vicedirectora de Epidemiología en el territorio, quien insiste en que se sigue con atención el llamado de alerta emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para, en caso de que aparezca algún menor con la sintomatología, se proceda de inmediato a la atención médica.
Orinas oscuras, heces fecales claras, malestar y trastornos digestivos en niños sanos sin aparente causa, serán vigilados para descartar dicha hepatitis.
La funcionaria explicó que la provincia ha organizado sus servicios de Salud, y ya se determinaron aquellos a los que serán remitidos todos los infantes con cuadro sospechoso o con manifestaciones de la patología que puedan evolucionar hacia formas graves.
Sobre la conducta a seguir, la Dra. Cepero Montalván argumentó que «los pacientes deberán acudir a cualquier centro, ya sea el consultorio del médico y la enfermera de la familia o los policlínicos y cuerpos de guardia, y desde estos se remitirán al hospital pediátrico provincial José Luis Miranda, que procederá al ingreso y la realización de los exámenes complementarios, de acuerdo con los protocolos que establecen el reconocimiento de niños con factores de riesgo o enfermos. Ello constituirá prioridad en nuestra asistencia médica », añadió.
Durante esta etapa será necesario mantener el uso correcto del nasobuco debido a la aparición de un adenovirus, o grupos de virus transmitidos por vías respiratorias, en los pacientes estudiados en el mundo, así como el lavado frecuente de las manos y el cumplimiento del resto de las medidas sanitarias para enfrentar la COVID-19 incluidos el aislamiento y uso de utensilios estrictamente personales, fundamentó la especialista.
Los orígenes
Las pruebas de laboratorio realizadas a los infantes contagiados apuntan a que no se trata de hepatitis virales conocidas. Cuando la inflamación del hígado ocurre de manera rápida y abrupta, se habla de una hepatitis aguda, y aunque siempre han existido casos del padecimiento en los que inciden causas desconocidas, la balanza se inclina hacia la presencia de adenovirus, sin que ello resulte un elemento concluyente.
Podría afectar, además de las vías respiratorias, los ojos, intestinos y las vías urinarias, a lo que se suma la presencia de resfriados, bronquitis, conjuntivitis y diarreas, entre otros padecimientos, como precisa el Dr. Jesús Quintero, al frente de la Unidad de Patología y Trasplante Hepático en un hospital de Barcelona.
De acuerdo con sus valoraciones, se deduce que muchos de los portadores de hepatitis tienen adenovirus, «lo que nos hace cercarle como causa más probable de la enfermedad », afirmó.
El actual panorama
Para la OMS resulta un tema muy urgente, dada la presencia significativa de enfermos en la parte asiática del Pacífico, así como en su cono meridional, además de en América y Europa, el continente más aquejado hasta el momento.
En opinión de las autoridades sanitarias, lo más importante radica en determinar el origen del padecimiento para poder implementar las acciones de control necesarias.
Muchas son las interrogantes alrededor de esta inusual hepatitis, a pesar de que la mayoría de las hipótesis preliminares se inclinan por el adenovirus, transmitido por contacto entre personas o por el aire, o que se trata de un virus no identificado.
Contrastes
Desconcierta a los estudiosos el aumento de los contagios en un corto período de tiempo y, sobre todo, el hecho de que no se conozca la causa, aunque existen varias hipótesis.
Tampoco parece que sea de origen bacteriano, porque no cursa con fiebre, y llama la atención que ningún niño había sido vacunado contra la COVID-19; por tanto, se descarta que se trate de un posible efecto secundario provocado por el inmunógeno.
Para algunos investigadores, la mayor probabilidad se concentra en una infección causada por adeno virus presentes en la mitad de los casos diagnosticados con resultados positivos, los cuales presentaban un cuadro clínico similar al ocasionado por el catarro.
Tampoco es improbable que la causa sea un virus no identificado.
Ante este panorama, serán los científicos los que se pregunten: ¿Tenemos o no nuestras Razones?
Lo cierto es que ninguno de los pacientes diagnosticados hasta la fecha presentó la carga viral típica de las hepatitis tipo A, B, C, D y E; sin embargo, las pruebas de laboratorio no descartan el análisis de otros agentes infecciosos, químicos o por determinadas toxinas.
Cada tipo de hepatitis viral tiene sus vías de transmisión. Algunas son provocadas por el contacto de alimentos o aguas contaminadas con las heces fecales de una persona infectada, otras se contagian a través de carnes poco cocidas, y también por la sangre de un individuo portador de la enfermedad o por fluidos corporales.
En medio de tantas dudas, queda muy claro que, desde la notificación por parte del Reino Unido de su primer caso, se ha descartado que la hepatitis estuviera relacionada con las vacunas contra la COVID-19 o con posibles contactos en el extranjero.
Lógicamente, los padres y las familias en general manifiestan preocupaciones, pero lo principal es permanecer atentos a síntomas como diarreas o vómitos, además de señales de ictericia, que requieren una atención médica inmediata.
Seguir las recomendaciones sanitarias con la debida vigilancia por parte de todos constituye el mejor resguardo ante esta extraña hepatitis que ocupa a los expertos del mundo.