Consejería de la Violencia de Género: una oportunidad que salva vidas

Hace 34 años se inauguró en Santa Clara la primera Casa de Orientación a las Mujeres y las Familias (COMF) existente en Cuba, la cual brinda consejería para ayudar a erradicar un flagelo como la violencia de género.

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Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
190
15 Octubre 2024

Recuerdo muy bien la conversación con la Dra. en Ciencias Jurídicas Yisel Muñoz Alfonso. En dicho intercambio subrayó que la violencia constituye un tema complejo que no se resuelve en una sola consulta. El tiempo le ha dado la razón.

Dra. Yisel Muñoz.
«Existen diversas limitaciones a la hora de acudir al servicio», precisa la Dra. Yisel Muñoz Alfonso. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

La especialista confiesa que asumir la Consejería de la Violencia de Género, en la Casa de Orientación a las Mujeres y las Familias de Santa Clara, le reafirma su don de utilidad. Enfrenta las particularidades de cada caso que acude en busca de consejos diversos, a sabiendas de que «atreverse a formular una denuncia toma su tiempo. Incluso, en ocasiones, no se quiere reconocer que existe violencia, a lo que se suman los estigmas, el temor al victimario, a exponerse al juicio social...».

La también profesora titular de la Facultad de Ciencias Sociales, en su Departamento de Derecho, ha convertido el tema en parte de su vida. De una sesión quincenal para abordar la problemática en la COMF, hubo que programarla con frecuencia semanal por la cantidad de personas que asisten.

Está consciente de la imposibilidad de que la totalidad de los casos encuentre una solución a su problema, pues no toda manifestación violenta deriva en delito.

Memorándum

— Villa Clara dispone de 13 consejerías para la atención a las personas víctimas o victimarios de la violencia de género, y sobrepasan los 400 asistentes de enero a la fecha.
— Quienes acuden lo hacen motivados, principalmente, por los conflictos de pareja, y las agresiones hacia la mujer y los adultos mayores.
— Entre estos últimos figuran los hijos que despojan a los padres de sus bienes, los que maltratan física y verbalmente y hacen compleja la convivencia.
— Los expertos de las COMF realizan actividades de intervención comunitaria en los sitios donde se necesita que el tema se trate de manera preventiva.

Muchas veces quedan en el ámbito familiar. Otros casos no retornan al servicio o vuelven cuando la situación se torna más grave.

La Dra. Muñoz Alfonso insiste en el papel determinante que juega la comunidad. «Es allí donde se sabe quiénes son las personas que viven en situaciones de violencia y cómo buscar el asesoramiento. En esto la FMC tiene un rol importantísimo, y nosotras, la función de contribuir con el servicio que prestamos».

Aunque hay signos de avance, todavía la población siente recelo a la hora de canalizar este tipo de situaciones. Sin embargo, existen mujeres que rompen ciclos y enfrentan la realidad, por lo que necesitan atención esmerada. En ese sentido, la sugerencia de la Dra. C. Yisel Muñoz resulta medular: «No olvidemos que dejarlo a la deriva pudiera ocasionar una pérdida irreparable o caer en conductas de violencia más graves».

—¿Qué causas provocan la asistencia a la Consejería?

—Mayoritariamente las situaciones de violencia de pareja, golpizas, amenazas, que imponen, incluso, el abandono de la vivienda. También, los casos de padres y familiares que maltratan a los niños, abuso a adultos mayores y algunos de acoso sexual, incluso a menores de edad, en los que, por su marcada complejidad, intervienen diversos factores.

Mujer con un No a la violencia en la palma de la mano.

—¿Cómo recibir el servicio de la Consejería?

—Disponemos de un equipo multidisciplinario en el que, además de los juristas, se insertan abogados, fiscales, sicólogos, siquiatras y sicopedagogos. Brindamos atención en la propia COMF, situada en la Vigía, a partir de una atención personalizada, con consejería cara a cara.

—¿Puede decirse que el silencio se rompe cuando la violencia cobra manifestaciones graves?

—No siempre. A veces no se dan cuenta de que es la raíz del problema y acuden buscando ayuda por otros conflictos familiares, por hijos que maltratan a la madre o padres que lo hacen con sus hijos. No se inscriben como delitos; pero indudablemente, son situaciones de violencia y necesitan auxilio para salir de esta problemática familiar.

Un equipo multifuncional

Para Mayelín Díaz Rodríguez, secretaria general de la FMC en Villa Clara, el alcance de la Consejería va más allá, pues la profesionalidad de los equipos constituye una de las experiencias más novedosas, aunque la provincia tenía un camino andado y contaba con especialistas vinculados al flagelo. De ahí que haya resultado fácil adaptarlo a los nuevos lineamientos.

Mayelín Díaz Rodríguez, secretaria general de la FMC en Villa Clara.
Mayelín Díaz Rodríguez: «Otra de las manifestaciones de la violencia es la laboral, que ya tiene un protocolo para su prevención y enfrentamiento». (Foto: Ricardo R. González)

A su consideración, «estas opciones no solo se enmarcan en el espacio de atender de manera privada y confidencial, y darle seguimiento al caso, porque, muchas veces, miembros de las consejerías han tomado a las víctimas de las manos y han acudido a la PNR o a la defensoría para acompañar a personas que han llegado en busca de ese asesoramiento».

Si Cuba impulsa el Programa de Adelanto de las Mujeres, si el Código Penal cambió para exigir mayor dimensión de los marcos sancionadores de la violencia de género, si el Código de las Familias contempla artículos afines, queda entonces revisar los mecanismos para ayudar a que se cumpla con agilidad lo que han establecido las políticas públicas y el Estado.

Contrastes

A pesar de las legislaciones aprobadas, la violencia de género sigue siendo un flagelo social. En lo que va de año, una mujer ha sido ultimada por esta causa; pero en 2023 sumaron nueve, según los archivos de la FMC provincial.

El agente causal sitúa a las exparejas; pero no valen las cifras, porque resulta inadmisible que un niño no pueda ver nunca más a su madre por hechos irracionales.

Ciertamente, se imponen escenarios efectivos de prevención, atención y enfrentamiento a la problemática, revisar protocolos de actuación en busca de respuestas inminentes ante una persona víctima de violencia de género, desde la propia PNR —que muchas veces no cumple el protocolo de atención y las mujeres refieren que no han sido bien tratadas— o desde los tribunales, a la hora de agilizar la sentencia de aquellos casos de mayor repercusión que han existido en Villa Clara y que la familia aguarda por una sentencia ejemplar y efectiva.

En las féminas hay temor a realizar las denuncias, amenazas de la pareja, y para ello utilizan el recurso de la dependencia económica al ser mantenidas o que la mujer no tiene para dónde ir ante la propiedad masculina sobre el inmueble, entre otros fenómenos.

Son solo crudas pinceladas del problema; mas, lo cierto es que falta mucho por implementar desde la estrategia integral para la prevención de la violencia de género, que incluye a la FMC, pero abarca a todos los organismos vinculados a estas acciones. ¿Tenemos o no nuestras Razones?

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