Museos inclusivos a favor de la sociedad

Los museos deben ser espacios más inclusivos y atemperados en función de las tecnologías.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
Las actividades de socialización forman parte de la labor sistemática de los museos. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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14 Noviembre 2024
Para Irina Gutiérrez Pérez, directora del Centro Provincial de Patrimonio Cultural de Villa Clara, se necesitan miradas diferentes para que los museos sean más inclusivos y atemperados en función de las tecnologías.

Transformar la visión de los museos a favor de las dinámicas sociales resulta un objetivo de actualidad, si se tiene en cuenta que la propia sociedad experimenta cambios en las formas de interpretar el patrimonio.

Así lo considera Irina Gutiérrez Pérez, directora del Centro Provincial de Patrimonio Cultural (CPPC) de Villa Clara, y enfatiza la necesidad de que estos espacios sean más inclusivos y atemperados en función de las tecnologías.

Con el sistema de museos en la provincia el CPPC traza, en estos momentos, una prioridad decisiva: la implementación de la Ley general de protección al patrimonio cultural y el patrimonio natural.

«Esta normativa presenta nuevos preceptos que revolucionan, desde el punto de vista legal, el patrimonio inmaterial. Cuba era signataria de las convenciones en el mundo, pero no tenía instituido legalmente el patrimonio inmaterial».

Dicho patrimonio, también llamado patrimonio cultural vivo, suele expresarse a través de las tradiciones orales, las artes escénicas, los usos sociales, rituales, conocimientos y aspectos relativos a la naturaleza y al universo, así como la artesanía tradicional.

Las muestras expositivas forman parte de los programas culturales que atesoran las instituciones. (Foto: Ricardo R. González)
Facsímil de un documento histórico de valor entre el acervo del Museo Provincial de Villa Clara. (Foto: Cortesía del CPPC)

Su espectro incluye un conjunto de creaciones basadas en la lengua, la literatura, la música y la danza, juegos, deportes, tradiciones culinarias, rituales, mitologías y conocimientos, por citar algunos de los que conforman la amplia gama.

Puede decirse que constituye la raíz de la diversidad cultural, y su mantenimiento resulta una garantía para la salvaguarda de las naciones.

«En estos momentos se desarrolla un proceso de capacitación, iniciado en marzo pasado, en torno a la implementación de la Ley y la creación de las comisiones provinciales y municipales en función, además, de los bienes muebles, caracterizados por su movilidad y posibilidad de traslación, y ciertos derechos que las leyes les otorgan a estos bienes, entre los que se hallan: el mobiliario de un lugar, objetos decorativos ejemplificados en obras de arte, vehículos, aparatos electrónicos, joyas, papel moneda o libros».

Se suma, a la vez, la Comisión Provincial de Monumentos, adscrita a la Dirección de Cultura, que posee estructuras municipales para garantizar el trabajo.

«Las comisiones disponen de sus ejecutivos y están integradas por un grupo de instituciones, organismos y grupos permanentes de trabajo. A inicios de noviembre ya deben estar creadas en toda la provincia, a fin de revisar los reglamentos y delinear la estructura de trabajo».

Memorándum:

— Refiere la Ley general de protección al patrimonio cultural y al patrimonio natural que su objetivo es regular la preservación de ambos en la nación, así como la importación y exportación de los bienes culturales, inscritos o no como patrimonio cultural, y los sujetos de la gestión patrimonial y sus atribuciones.

— Se considera patrimonio natural el conjunto de paisajes, recursos naturales y el acervo geológico perteneciente a una nación y que resulta significativo desde el punto de vista medioambiental, científico y estético.

— Respecto al patrimonio cultural lo integran bienes tangibles, intangibles y naturales que contribuyen a definir el sentido de identidad de un pueblo, a la vez que forman parte de su historia y resultan fuente de cohesión social y orgullo colectivo.

Imágenes de mujeres de la época nutren las colecciones; entre ellas, la de Clara Carta (a la derecha), santaclareña de linaje que residió en lo que hoy es el Museo de Artes Decorativas en Santa Clara. (Foto: Cortesía del CPPC)

Según la directora del CPPC, otro aspecto importante es lograr que abran los museos que en la actualidad no prestan servicio al público. En esa situación se encuentran: el de Cifuentes, por problemas estructurales; Ranchuelo, debido a situaciones higiénicas; el de la Villa Blanca, parcialmente cerrado, y la extensión del Memorial Jesús Menéndez, en Encrucijada. Este último pudiera tener solución para el próximo mes de diciembre, pues ya ha concluido la obra civil.

«Al permanecer cerrados no cumplen su misión de conservar, investigar, proteger y promover el patrimonio cultural y natural. Mucho menos logran articular propuestas interactivas e inclusivas que faciliten el acceso de personas con discapacidad».

La modernidad tecnológica reclama también la incorporación de sus herramientas, como es el caso de los códigos QR, que posibilitan al visitante llevarse información.

«Hay algunos que, de forma primaria, han desarrollado algunas de las propuestas tecnológicas, como el museo Hermanos Vidal Caro, de Camajuaní; el Municipal Javier Francisco Balmaseda, el de las Parrandas, el de la Música Alejandro García Caturla, de la Octava Villa, que, resulta una plaza cultural muy fuerte, entre otros».

Irina Gutiérrez confía en el plan de inversiones trazado para la institución de Cifuentes y el «María Escobar Laredo», de Caibarién, previstos para el próximo año. Ambos incluidos dentro de un edificio que alberga otras dependencias.

Se busca que sus puertas continúen abiertas para enriquecer la necesaria espiritualidad humana.

Desde el primer robo de la Mona Lisa en 1911, la obra del célebre Leonardo da Vinci ha ganado notoriedad y se ha convertido en noticia en varias ocasiones.

Ha tenido que ser resguardada detrás de una cubierta de vidrio a prueba de balas. Según reporta BBC Noticias, el domingo 28 de enero del actual año volvió a recibir una agresión, esta vez por parte de unos activistas que lanzaron sopa sobre el vidrio protector en el Museo del Louvre.

No es la primera vez que sucede un incidente de esta índole contra la pintura del siglo xvi. Y es muy triste que ocurran hechos como este contra los valores patrimoniales.

Están, además, las agresiones al cuadro Los girasoles, de Van Gogh, en la National Gallery de Londres; Masacre en Corea, expuesta temporalmente en una galería australiana, o a la obra Pajares, de la autoría de Monet, en un museo ubicado al sur de Berlín.

Muchas más se integran a la larga lista, y cualquiera que sea el motivo, habrá que pensar en los daños que causan en el patrimonio que forma parte de la cultura universal.

Que la racionalidad impere en estos actos inconcebibles y descabellados. ¿Tenemos o no nuestras Razones?

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