Entre las múltiples aristas de Ecovalor figura el papel de los bosques vistos más allá de su belleza natural. (Foto: Carolina Vilches/Archivo de Vanguardia)
Ricardo R. González
@riciber91
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02 Junio 2022
02 Junio 2022
hace 2 años
Diversos proyectos internacionales con financiamiento considerable, y que, en ocasiones son compartidos por varios municipios, inciden en la protección y el desarrollo medioambiental de Villa Clara.
A juicio de la directiva del Citma (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente) en el territorio, Ecovalor resulta el más completo para promover los recursos naturales y su papel social amparado por la nueva Ley del Sistema de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente.
Entre sus múltiples aristas, profundiza en el papel de los bosques vistos más allá de su belleza natural para valorarlos en la utilidad que posibilitan a través de la madera, los frutos y el resto de las bonanzas que ofrecen.
El proyecto favorece la utilización de las técnicas de economía ambiental, a la vez que valora los bienes y servicios ecosistémicos y determina daños ambientales, en tanto propicia consideraciones ambientales en el manejo de paisajes y sectores productivos, sin descartar la estimación de las pérdidas económicas causadas por la sequía meteorológica.
De importancia también, el vinculado a la resiliencia costera con base en el municipio de Caibarién, pero que no excluye la posibilidad de integración en los casos de Isabela de Sagua y otras localidades costeras.
Este es uno de los cuatro municipios costeros del país en los que tendrán una intervención directa, como es el caso de Playa Vitoria (Yaguajay), Punta Alegre (Chambas) y Santa Rita (Nuevitas). En el caso de la Villa Blanca se particulariza en el consejo popular 2, Punta Brava.
Existe el grupo integral de manejo costero, que profundiza en la educación ambiental de manera muy especial con las nuevas generaciones, en el cuidado de los manglares y en los focos contaminantes, por citar algunos de sus objetivos.
La protección de su zona costera constituye una tarea esencial para la adaptación al cambio climático, y se tienen en cuenta los peligros fundamentales en la temporada ciclónica ante las inundaciones por fuertes lluvias, la penetración del mar y los vientos que pueden afectar viviendas y otras instituciones.
Por otro lado, está el proyecto Incremento de la Resiliencia de Ecosistemas Agrícolas (IRES), aplicado en algunos municipios villaclareños, y que tiene objetivos encaminados a la rehabilitación de paisajes productivos en municipios vulnerables al cambio climático e incidir en la reducción de la vulnerabilidad climática de agricultores y organizaciones productivas.
Un equilibrio respetuoso entre el hombre y la naturaleza procura otra de las buenas intenciones, Conectando paisajes, destinado a las zonas montañosas de Guamuhaya y Bamburanao, a favor de la conservación de los ecosistemas montañosos amenazados. Así se procura la recuperación de los suelos y las especies forestales autóctonas de la zona.
La dimensión de los problemas ambientales que enfrenta el país guardan relación con las formas inapropiadas en que han sido explotados sus recursos naturales, unido a las limitaciones e insuficiencias con las que desarrolló el proceso de industrialización, junto a la inadecuada producción agrícola y pecuaria.
Detener la degradación de los suelos, el manejo sostenible de tierras y las resiliencias en las áreas agropecuarias concentran los objetivos del Proyecto Op-15, como parte de las acciones nacionales en la lucha contra la desertificación y la sequía.
La construcción de canales de drenaje y de tranques que posibiliten aplicar el agua disponible según los requerimientos del cultivo, así como la aplicación sistemática de los diferentes fertilizantes naturales empleados en el combate de plagas y enfermedades figuran en sus normativas.
Si bien no es de reciente aplicación, hay que tener en cuenta el Proyecto Ozono, que promueve reconocimientos, estímulos y financiamiento dirigido a las transformaciones de los gases nocivos.
Entre los productos destructores de la capa de ozono se encuentran los hidrocarburos clorados, fluorados o bromados, por ello fue aprobada la ejecución del programa nacional de reconversión de instalaciones de refrigeración comercial y de climatización; sin descuidar la recuperación y el reciclaje de refrigerantes, el uso de alternativas libres de agentes dañinos y la capacitación de técnicos, mecánicos inspectores de Aduanas en acciones regulatorias.