Las reparaciones de ingenios, equipos de corte y tiro de la caña, el estado de las siembras y el compromiso de los trabajadores del sector para alcanzar signos de eficiencia agroindustrial, fueron verificados en recorridos por la provincia.
Tapia Fonseca (a la derecha), recalcó la necesidad de buscar eficiencia agroindustrial durante la zafra que se avecina. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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21 Agosto 2022
21 Agosto 2022
hace 2 años
A incentivar soluciones desde la base productiva, a pesar de las carencias de recursos materiales, llamó Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro cubano al verificar la marcha de las reparaciones en los ingenios durante encuentros con directivos de la provincia empeñados en la realización de una zafra de eficiencia agroindustrial.
El sector tiene que «laborar como en familia, sin distorsiones e imprecisiones, y con mirada diferente en vínculos directos entre los productores y las entidades de servicios », acotó Tapia Fonseca, al apreciar, a partir de informaciones, aspectos relacionados con el ajetreo mecánico hacia el interior de los ingenios, la maquinaria agrícola, y el transporte automotor y ferroviario que intervendrá en la contienda.
El vice primer ministro, acompañado por Julio Andrés García, presidente del Grupo Azcuba, y por especialistas del sector, conoció de las acciones que se realizan en Heriberto Duquesne (Remedios), Quintín Bandera (Corralillo) y Héctor Rodríguez (Sagua la Grande), únicos de la provincia que fabricarán crudo.
En octubre se estima concluir los ajustes mecánicos para garantizar el alistamiento de las industrias en una zafra discreta en volúmenes de elaboración, pero necesaria para la economía nacional, se dijo.
Los criterios coincidieron en puntualizar que, a pesar de la arrancada de otros centrales que procesarán caña destinada a meladuras para la producción de alcohol y alimento animal, resulta decisivo el engranaje estratégico que establecerán otras entidades del ramo, abastecedoras de materia prima y prestación de servicios, con los tres ingenios en campaña.
Las afectaciones eléctricas que detienen los ajustes mecánicos, las limitaciones de gases industriales y accesorios para soldaduras, las adecuaciones de caminos y vías férreas, figuraron en los temas objeto de análisis.
La siembra de caña, los rendimientos agrícolas todavía distantes de las aspiraciones, la alimentación de los colectivos laborales en faenas azucareras y el salario según los aportes productivos, fueron objeto de observación sistemática.
El central Heriberto Duquesne, una entidad que transita hacia una completa diversificación agroindustrial, se abastecerá de materia prima propia y de áreas pertenecientes a su homóloga José María Pérez (Camajuaní), con lo cual garantizará meladuras y guarapo a la destilería, así como crudo y bagazo dirigido a la refinería Chiquitico Fabregat (Zulueta), en sistemático encadenamiento de producciones.
El sábado, en Quintín Bandera, precisó Tapia Fonseca la necesidad de «destrabar la burocracia que existe en el sector para entregar los recursos materiales, según existencia, disponibilidad y necesidades de las fábricas villaclareñas », y orientó reparar con calidad para molidas por encima del 70 % de la norma potencial.
Allí contarán con un refuerzo de trabajadores del Panchito Gómez Toro, de Quemado de Gí¼ines ahora en acciones de inversión tecnológica, además de materia prima y equipos de corte y tiro de caña de esa industria; así como del Ifraín Alfonso (Ranchuelo) y las aledañas George Washington y Carlos Baliño (Santo Domingo), necesarias para elaborar unas 23 000 toneladas de azúcar crudo y otras 28 000 de refino.
En Héctor Rodríguez, con mejor despeje estratégico en las acciones a desarrollar por ese coloso azucarero, Tapia Fonseca reiteró la necesidad de lograr en los colectivos laborales «un pensamiento creador, y convertir los preparativos agroindustriales y la zafra en una manera efectiva de buscar respuestas a los problemas que se presenten ».
Ese ingenio, junto a la materia prima de sus plantaciones, recibirá caña de áreas pertenecientes al Perucho Figueredo y el Abel Santamaría (Encrucijada), entidades encargadas, como las restantes, de apoyo en equipos de corte y tiro para centros de acopio y el basculador.
La vigilancia en el pago por la calidad de la caña, la erradicación de deudas monetarias con los productores, y la disciplina y control de las labores agroindustriales también se incluyeron en el amplio análisis, y ante las complejidades económicas dijo Tapia Fonseca, el reto es hacer una zafra con eficiencia.