La Casa de Orientación, ubicada en el reparto santaclareño de la Vigía, resultó la primera de su tipo en Cuba. A partir de esta experiencia se generalizaron las restantes del país. (Foto: Tomada de la CMHW)
Ricardo R. González
@riciber91
641
08 Septiembre 2022
08 Septiembre 2022
hace 2 años
A veces los contratiempos de la vida inducen a las fatídicas depresiones o a sentir que estamos en una especie de callejón sin salida, en otras ocasiones deseamos aprender algún oficio que quisiéramos ejercer, o puede que seamos incomprendidos o rechazados por determinadas razones en el entorno familiar o social; sin embargo, existe un sitio que puede ayudarnos a encontrar el camino deseado y la palabra precisa para que el horizonte resulte más claro.
Las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia (COMF) son una fortaleza inclusiva que recibe a todos los grupos, y así lo han demostrado con la consejería oportuna para hombres, jóvenes, adultos en general, ya sea de manera individual o grupal, por lo que quedan la disposición de todos.
Este 7 de septiembre se cumplen 33 años de la apertura de la primera COMF inaugurada en el país por la eterna presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Vilma Espín Guillois. Se inauguró en una vivienda situada en el reparto Vigía, de Santa Clara, y su experiencia dio origen a las restantes existentes en el país.
Por ello, Mayelín Díaz Rodríguez, secretaria general de la organización femenina en Villa Clara, repasa sus aciertos en estas décadas, habla de retos y de incentivar el trabajo al compás de difíciles tiempos.
«Nuestro territorio argumenta dispone de 14 casas, una en cada municipio, además de la sede provincial. Esta atesora la historia y conserva la impronta que Vilma nos dejara allí para abrazar un camino que, hasta la actualidad, se ha atemperado a las necesidades de cada momento.
Desde el inicio comenzaron con profesionales de alto rigor que, concluida su jornada, se sumaban al equipo.
Es un privilegio contar con un grupo de fundadores que ponen sus saberes en función del trabajo y logran un espacio de excelencia para el trabajo preventivo-educativo. Unos prosiguen, otros lamentablemente no; pero están las huellas y el deseo de hacer por la vida de quienes se han incorporado a través de los años.
Si habláramos de líneas de mayor impacto, ¿en cuáles se detendría?
En aquellas de orientación individual y de capacitación, con énfasis en las dirigidas a los programas de adiestramiento, gracias a los cuales cada año más de 9000 personas aprenden un oficio en las COMF, ya sean amas de casa, personas desvinculadas del estudio y el trabajo, y trabajadores que se incorporan, porque hemos llevado estas maneras de aprendizaje hacia algunas entidades que lo solicitan como parte de la capacitación a sus obreros.
Las COMF mantienen cursos tradicionales, pero no se han detenido en el tiempo.
Cada momento lleva su respuesta y hemos incluido un grupo de temáticas vinculadas al empoderamiento económico de las mujeres y aquellas facilitadoras de herramientas para prepararse en un oficio y que posibiliten acceder a los nuevos actores, como las mypimes, los proyectos de desarrollo local, a la vez que se introducen novedades factibles en la gestión empresarial o en la cartera de negocios en consonancia con esta época.
¿Cuáles presentan entre las nuevas inclusiones?
Existen técnicas y procedimientos relacionados con la peluquería y la manicura, que no son como los impartidos en los primeros años, y también se facilita el aprendizaje de idiomas, los masajes terapéuticos, las propias temáticas dirigidas a la gastronomía para la apertura de paladares y cantinas, habilidades de repostería, además de artesanía, corte y costura, entre otras, cuyos establecimientos han demandado fuerza de trabajo formada en las COMF.
Temas cruciales para la sociedad lo constituyen el grado de violencia y la mediación en conflictos. ¿Qué hay al respecto?
Habilitamos las consejerías para el tratamiento de la violencia, integradas por cinco especialistas. Más de 326 personas se han atendido en esta modalidad, que ofrece atención y orientación a las víctimas. Por otra parte, se han ampliado los servicios de mediación de conflictos, no solo por solicitud de los tribunales de familia, sino también por aquellas personas reclamantes de la opción, y casi siempre tienen un desenlace feliz , lo que evita el establecimiento de demandas en los tribunales.
Aunque hay situaciones muy particulares, ¿cómo se procede en el tratamiento de los casos en sentido general?
Para ello aplicamos el trabajo diferenciado con grupos de personas. El adulto mayor cuenta con sus espacios, al igual que las embarazadas, y en este caso buscamos la vinculación con los propios hogares maternos para incursionar, desde allí, en temas medulares como la lactancia materna, la sicoprofilaxis del parto, la maternidad y paternidad responsables.
¿Y excluyen el embarazo en la adolescencia como problema serio en la actualidad?
El tema dispone de un espacio especial para abordar los riesgos y las consecuencias derivadas, pero vamos más allá y lo consideramos entre los aspectos en que más se está trabajando; incluye las escuelas de padres y los centros estudiantiles, por citar algunos escenarios.
La creación de las COMF resulta una idea formidable, pero ¿solo se realiza el intercambio entre cuatro paredes o conquistan extramuros?
Tenemos sus extensiones en las comunidades. Actualmente existen 93 grupos habilitados que exhiben resultados, sobre todo en aquellas de mayores vulnerabilidades, de complejas problemáticas sociales, y en la atención a familias disfuncionales, con énfasis en padres de menores controlados.
«Llevamos la práctica de los programas de adiestramiento a instituciones. Hacer los procederes de peluquería en los colectivos de casas de niños sin amparo familiar, en hogares de ancianos y maternos, y así les impregnamos a estos cursos una utilidad desde el punto de vista social.
A más de tres décadas de existencia de las COMF, ¿cuáles son los retos?
Suman muchos. Habrá que lograr mayor divulgación de todos los servicios ofrecidos por las COMF, y que la familia villaclareña reconozca en ellas un espacio para encontrar soluciones a su conflicto, la tramitación de sus problemáticas, una aclaración de dudas a cargo de especialistas muy profesionales para tratar de encauzar los problemas de la sociedad cubana actual.
«Debe insistirse en que las COMF de los municipios tengan igual impacto, multiplicar y extender a otros territorios las experiencias de las existentes en Placetas, Encrucijada, Camajuaní, Manicaragua y Sagua la Grande, aunque quizás no dispongan de idéntica caracterización social, pero las familias necesitan estos espacios.
Cree que la iniciativa de Vilma, iniciada en 1990, resultó un preámbulo de lo que es hoy el Programa Nacional de Adelanto de la Mujer en cuanto al empoderamiento, la no violencia y una vida mejor para todos.
Puedo afirmarlo, las COMF siguen multiplicando el pensamiento humanista y justo de la eterna presidenta de la FMC. Fueron necesarias en aquel momento, pero hoy incrementan esa funcionabilidad en cada una de las líneas de trabajo cuando se atienden las principales vulnerabilidades de la familia cubana, al insistir en las acciones preventivas y en la preparación de las mujeres para asumir los diferentes encargos sociales.
«Cumplir 32 años en la misma Casa que ella fundara es también un homenaje de las villaclareñas, al demostrar que su proyecto social mantiene plena vitalidad a partir de un escenario concebido para beneficio de una colectividad que debe aspirar a ser cada día mejor ».