Jesús Guerra, adiós al primer pinareño que ganó 100 juegos

Este domingo falleció Jesús Guerra, el í­dolo de Guanes, uno de los mejores entre los tantos buenos lanzadores que ha dado Pinar del Rí­o.

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Osvaldo Rojas Garay
Osvaldo Rojas Garay
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17 Diciembre 2017
Jesús Guerra.
(Foto: Tomada de Internet).

Vuelve a vestirse de luto el béisbol pinareño. Al fallecimiento del oportuno y caballeroso Fernando Hernández Rodrí­guez se une ahora el deceso de Jesús Santiago Guerra Hernández, uno de los mejores, entre los tantos buenos lanzadores que ha dado la occidental provincia, quien murió en la madrugada de este domingo a los 69 años de edad.

El í­dolo de Guanes fue el primero de los once serpentineros vueltabajeros que han redondeado el centenar de sonrisas en series nacionales, al derrotar a la Isla de la Juventud, cinco carreras a una, el 23 de diciembre de 1980, en el estadio Capitán San Luis. Hasta ese momento solo ocho tiradores en el clásico beisbolero cubano habí­an llegado a la codiciada cifra, desde que Braudilio Vinent abrió este club en 1976.

Guerra  debutó con la franela de Vegueros en la campaña de 1968-1969, en la cual perdió los dos encuentros en que tuvo decisión. Tuvo que esperar algún tiempo para acreditarse su primera victoria en los campeonatos cubanos, porque tras su temporada de estreno no actuó más hasta la oncena versión, en la que logró su primer éxito, al derrotar a Matanzas, 2 carreras a 1, el 16 de enero de 1972.

En 13 contiendas exhibió balance de 114 ganados y 84 perdidos, con 33 lechadas y un excelente promedio de carreras limpias de 2.36.

Formó en la segunda mitad de los 70 y primera de los 80 de uno de los cuerpos de pitcheo más sólidos que ha presentado un territorio en el periodo revolucionario con el veloz Rogelio Garcí­a, Julio Romero, Juan Carlos Oliva y los zurdos Félix Pino y Maximiliano Gutiérrez, este último el único de los mencionados que no vistió el uniforme del equipo Cuba.

Con la selección nacional Guerra se proclamó campeón de la Copa Intercontinental celebrada en nuestro paí­s y los Juegos Panamericanos de San Juan, Puerto Rico, ambos certámenes efectuados en 1979, así­ como en el campeonato mundial organizado en Japón, en 1980, en el que realizó un formidable relevo en el choque contra Estados Unidos, que culminó, 5 a 4, aunque en el noveno inning necesitó la ayuda de su comprovinciano Oliva, quien finalmente se apuntó la rayita positiva.

Un año antes en la Copa Intercontinental, en uno de los dos partidos contra los estadounidenses habí­a protagonizado igualmente otra gran faena en auxilio de Braudilio Vinent. Después el Meteoro de la Maya, hizo lo mismo con él en la propia justa.

Creo recordar que en una oportunidad José Ariel Contreras me contó que fue Jesús Guerra el que le sugirió que se dedicara a lanzar, pues Contreras defendí­a la tercera almohadilla en los torneos provinciales y sus posibilidades de llegar a custodiar esa base en series nacionales se reducí­an con la presencia allí­ de Omar Linares.

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