El Cañón de Bejucal, otra muerte lamentable

Pocas horas después del fallecimiento del lanzador Jesús Guerra se conoció la triste noticia del deceso de Romelio Martí­nez, gran jonronero de la pelota cubana.

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Osvaldo Rojas Garay
Osvaldo Rojas Garay
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18 Diciembre 2017
Romelio Martí­nez, pelotero cubano fallecido el 17 de diciembre de 2017.
Romelio Martí­nez, el  pelotero de mejor frecuencia de jonrones en series nacionales de béisbol en Cuba. (Foto. Tomada de Internet)

Dí­a de coincidencia luctuosa este domingo 17 de diciembre. Horas después de haber dado a conocer el Jesús Guerra, adiós al primer pinareño que ganó 100 juegos Hernández, llegó otra lamentable noticia;  Romelio Martí­nez Hernández,  el Cañón de Bejucal , acaba de morir, ví­ctima de un paro cardí­aco, a los 52 años de edad.  

Nacido el 22 de agosto de 1965, el fornido toletero fue el cuarto bate natural de aquella poderosa tanda del equipo de la desaparecida Provincia Habana que integraban Luis Ignacio González, Gerardo Miranda, Pedro Luis Rodrí­guez y Juan Carlos Millán, entre otros; sin embargo, a pesar de esa gran cantidad de hombres de poder aquella generación no pudo disfrutar la corona como los Vaqueros de la temporada de 2008-2009.

Jugó los jardines, principalmente el izquierdo, pero terminó siendo bateador designado, una posición que le vení­a como anillo al dedo. En 1991 integró el equipo Cuba a los Juegos Panamericanos de La Habana y lo hizo muy bien a la ofensiva, como lo demuestra su average de 409, con 3 batazos de cuatro esquinas.

Era un hombre grueso. Muchos le decí­an el gordo, apelativo con que después bautizaron al pinareño Yosvani Peraza. El 23 de abril de 1991 igualó el récord de jits en un partido, al disparar seis imparables frente al pitcheo de Serranos, pero, sin lugar a dudas, su impronta en nuestros torneos beisboleros quedó marcada por su extraordinario poder que lo llevó a convertirse en el quinto bateador con más bambinazos, pues largó 370 pelotas para la calle, cifra solo superada por Orestes Kindelán, 487; Lázaro Junco, 405; Omar Linares, 404 y Antonio Muñoz, 371.

 

Romelio Martí­nez.
Romelio Martí­nez. (Foto: Cristian Domí­nguez/Diario Mayabeque)

Pero ninguno de ellos lo superó en frecuencia, porque el  Cañón de Bejucal  es el pelotero que menos veces al bate necesitaba para meter la esférica en las gradas.  Su frecuencia fue de 12,84, gracias a sus mencionados 370 vuelacercas en 4752 veces al bate.

Kindelán conectaba uno cada 13,32 (487 en 6488); Lázaro Junco uno cada 14.27 (405 en 5780);   Pedro José Rodrí­guez, llevaba a pasear la pelota cada 14, 50 (289 en 4191); José Dariel Abreu cada 14.60 (184 en 2686) y Omar Linares, dispara un palo de vuelta completa cada 14.76 turnos oficiales (404 en 5962).Así­ pues, cuando se hable de los más grandes jonroneros de nuestras series nacionales habrá que mencionar obligatoriamente entre ellos, el nombre de Romelio Martí­nez.

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