Domadores continúan imbatibles en la Serie Mundial de Boxeo

Los púgiles cubanos se han impuesto en todos los pleitos que han desarrollado en la VIII Serie Mundial de Boxeo.

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Yosbany Veitía en combate contra Khudoynazar Faysov.
El espirituano Yosbany Veitía (a la izquierda) abrió la racha ganadora de Cuba en el cartel contra los Tigres de Uzbekistán. (Foto: Abel Padrón Padilla/ACN)
Samuel Ernesto Viamontes (estudiante de Periodismo)
1522
10 Febrero 2018

Invictos continúan los Domadores de Cuba en la VIII Serie Mundial de Boxeo. El Coliseo de la Ciudad Deportiva fue testigo, por segunda semana consecutiva, de una victoria cinco a cero de los púgiles cubanos. Esta vez fue el formato C2 el que se encargó de dominar a los Tigres de Uzbekistán, un equipo que presentó a boxeadores en su mayorí­a jóvenes e inexpertos

La senda victoriosa de los antillanos la inició el mosca Yosbany Veí­tia con una contundente decisión unánime sobre Khudoynazar Faysov. El uzbeco solo aventajó a Veí­tia en estatur, pues en el ring se vio superado en todas las lí­neas por el criollo.

La segunda sonrisa corrió a cargo del tricampeón mundial Lázaro ílvarez, quien mostró su boxeo caracterí­stico para derrotar a Shunkor Abdurasulov en los 60 kilos. Con rápidas combinaciones y golpes certeros  sacó una clara ventaja en los cinco asaltos.

Roniel Iglesias le propinó una verdadera golpiza a Makhmud Gaipov en la tercera pelea del cartel, perteneciente a los 69 kg. El despliegue ofensivo de Iglesias  resultó demasiado para su joven rival, que apenas pudo mantenerse en pie hasta el campanazo final. La abultada decisión de los jueces fue un fiel reflejo de lo ocurrido sobre el ring.

Julio César la Cruz luego de una fugaz incursión en los pesos pesados regresó a los 81 kg, y en esta división enfrentó a Madiyar Saydrakhimov, haciendo gala de su tradicional boxeo de riposta y de consistentes entradas y salidas, para vencer por votación unánime.

La pelea de cierre en los pesos superpesados parecí­a a priori la de más difí­cil pronóstico por la paridad de los contrincantes, el santiaguero José íngel Larduet y Bakhodir Jailolov. Ofrecieron un combate cerrado pero no brillante, porque ambos peleadores estuvieron lentos y con poca movilidad sobre el ring.  Hubo pocos  golpes efectivos, y Jailolov nunca supo hacer valer su mayor alcance para superar al cubano. Larduet fue constante y  colocó mejor sus combinaciones para llevarse el veredicto dividido de los jueces. Los más de 91 kg se confirman como la división más débil de nuestra escuadra y en la que más trabajo queda por hacer.

Arrolladora ha sido la actuación de los Domadores de Cuba en sus dos primeras presentaciones de la VIII Serie Mundial de Boxeo. A pesar de ello, debemos recordar que ni Heroicos de Colombia ni Tigres de Uzbekistán mostraron en La Habana a sus principales figuras y que en este certamen boxí­stico hay rivales mucho más exigentes. ¿Alguien será capaz de detener la racha ganadora de los cubanos? Solo el tiempo lo dirá.

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