
Hace un año Luisa María Medina González marcó un hito en el llamado deporte de la bola blanda, al convertirse en la primera mujer en tomar las riendas de la selección femenina cubana de sotfbol.
En aquel momento sostuvimos una larga conversación. Pasados 12 meses vuelvo a dialogar con la única criolla que integra el selecto grupo del Salón de la Fama Internacional de esta disciplina, para analizar hasta dónde se hicieron realidad los sueños de entonces.
«No se cumplieron las expectativas que teníamos en el 2017. Fuimos al IX Campeonato Panamericano, en Santo Domingo, con tres metas: clasificarnos para el Campeonato Mundial de Chiba, los Juegos Panamericanos de Lima, y los Juegos Centroamericanos y del Caribe de este año.
«Terminamos en el sexto lugar y el único de los propósitos que logramos fue obtener uno de los cupos para los Centroamericanos de Barranquilla », explica esta bella mujer de 52 años.
«Hay un factor que nos golpeó bastante: la poca concentración de las atletas y mantener una disciplina táctica en el cajón de bateo. Fue un torneo muy difícil, llegamos allí sin fogueo internacional y cuando nuestras muchachas tuvieron que enfrentar a lanzadoras de nivel, que prácticamente nunca habían visto, se desconcentraron.
«Para resolver eso es necesario el roce internacional. No es fácil llegar a un campeonato sin haber topado antes con equipos de nivel con los que usted juega muy poco. No obstante, soy de la idea de que sí se puede y con ese lema estará enfocada nuestra preparación para los próximos Juegos Centroamericanos ».
Mientras charlábamos cayó el último out y Villa Clara se proclamó campeón por octava ocasión en los certámenes domésticos, al derrotar a Granma. Aprovecho para pedirle una valoración sobre el encuentro nacional y la directora del equipo Cuba, que ha permanecido atenta a la mayoría de los desafíos del torneo, me respondió sin tapujo:
«La calidad estuvo por debajo de lo que esperábamos. No vi mucho nivel, sobre todo en el área de las lanzadoras, no mostraron la velocidad habitual de ellas. La ofensiva se comportó en la media, no hubo mucho destaque ».
¿Alguna jugadora que le haya llamado la atención?
Me gustó el juego de Arlenis Pérez, una habanera de solo 15 años, de buen somatotipo. Es una softbolista de mucho futuro.
¿Y en la posición que usted habitualmente se desempeñaba?
Esa fue una de las cosas que me sorprendieron gratamente, la actuación de todas las receptoras de la preselección, la mayoría mostró mejoría a la defensiva y alto nivel de combatividad. Al bate destacó Aleagna de Armas, con una gran ofensiva.
Cuando te nombraron directora del equipo nacional me hablaste que soñabas con clasificarse para una olimpiada. ¿Cómo ves esa posibilidad?
Queda solo la posibilidad de que podamos asistir al torneo preolímpico de las Américas y luego ver allí qué sucede.
Me dijo Maritza Prado que se estaba cocinando un torneo de veteranas de softbol. ¿Volveríamos a ver a Luisa Medina jugando softbol?
Estamos pensando en realizar un torneo máster en Granma con softbolistas ya retiradas. Si se concreta la idea, claro que estaré allí y espero que Maritza también.
¿Aspiraciones en los Juegos de Barranquilla?
El Campeonato Panamericano de 2017 nos permitió ver todos los equipos que estarán en los Juegos Centroamericanos. Va a ser un torneo muy fuerte, el nivel ha subido mucho. Hace cuatro años en Veracruz fuimos subcampeonas, detrás de República Dominicana, y tanto ellas como nosotras quedamos detrás de México, Venezuela y Puerto Rico en el continental de Santo Domingo.
«Esto da una idea de lo duro que habrá que luchar por llegar al podio, pero eso no cambia nuestro propósito: vamos por una presea para mantener la tradición medallista de nuestro equipo, que desde 1990, cuando yo estaba en activo, hasta 2014 siempre estuvo entre los primeros tres, con excepción de 2002 y 2010, cuando Cuba no envió delegación a los Juegos ».