El famoso Sistema de Video Arbitraje (VAR, por sus siglas en inglés), empleado por primera vez en la actual Copa del Mundo Rusia 2018, ha contado con la aprobación de la mayor parte de especialistas y aficionados.
Este Video Assistant Referee llegó, por fin, a la principal cita del orbe para impartir justicia y eliminar las polémicas arbitrales. La FIFA dio luz verde a este sistema de apoyo en vivo al juez de cada partido, para que tenga la opción de cambiar decisiones con influencia directa en el marcador final del choque.
Las posibilidades del VAR van desde la revisión de un balón que traspasa o no la línea de meta, hasta los penaltis y las jugadas que pueden ser sancionadas con tarjeta roja.

Tecnología vs. humanos
Como toda tecnología, el VAR es creado y empleado por humanos. Por eso, precisamente, este sistema ha generado notables críticas.
Por ejemplo, al producirse una jugada polémica dentro del área chica, los árbitros encargados del novedoso sistema alertan al referee principal de una posible equivocación en su decisión.
Sin embargo, existen aún «silbantes caprichosos » que prefieren hacer caso omiso de tal advertencia. Claro, ello implicaría reconocer su propio error. Es un punto de vista difícil de entender, pero no tienen la obligación de escuchar tales «correcciones ».
¡Moscú, tenemos un problema!
Todas las miradas indican a Moscú. Es allá donde se ubica la sala de operaciones del VAR, independientemente de dónde se juegue el partido.
El equipo de trabajo está compuesto por un oficial principal de video y tres asistentes. Además, tiene acceso a las 33 cámaras de transmisión del estadio. Por cierto, 12 de ellas registran las imágenes en cámara lenta.
Por si fuera poco, los expertos cuentan con otras dos cámaras con el fin de monitorear posibles posiciones adelantadas de los jugadores mediante líneas generadas por computadoras y proyectadas sobre el terreno.
Al término de la fase de grupos se prevé instalar una cámara adicional de video ultralento detrás de cada portería.
Por el bien del Mundial y de la justicia futbolística, sería ideal que el VAR continúe por estos días tomándose un vodka en su fiesta de estreno en Rusia.