Cuando el balón rueda en cualquier estadio del mundial, el planeta se detiene. Unos 90 minutos te atrapan y deleitan con la magia. La pasión desmedida, las risas, saltos, cánticos y millones de trajes hacen de la grada una fiesta multicolor. Esa es la esencia del balompié: el disfrute de todos por ver jugar a su equipo favorito.
Entonces, ¿por qué empañarla con la barbarie humana? ¿Por qué comportarse como bestias y no como seres civilizados? El denominado mundial más seguro de la historia se ha visto envuelto en varias trifulcas y en episodios de gritos de malas palabras por parte de los aficionados.
La hinchada mexicana
El Tri ha tenido un mundial espectacular dentro de la cancha logrando una sonada victoria ante Alemania, la campeona del mundo. Desde las gradas en ese encuentro, el portero alemán Manuel Neuer fue víctima de comentarios homofóbicos y el grito del « ¡Eeeeeeh, puto! » manchó de cierta forma la historia reescrita del fútbol mexicano. Increíble romper con esa mala cabeza, lo hecho por su selección con sus pies.
Latinoamericanos machistas hacen de las suyas

Similares casos han ocurrido con hinchas de Brasil, Colombia, México, Perú y Argentina, que hacen «bromas » machistas, se exceden con las bebidas alcohólicas y tienen comportamientos vulgares. Por ejemplo, el caso del argentino, Néstor Fernando Penovi, que hizo repetir obscenidades a una joven rusa y subió el video a Internet donde se hizo viral.
El «chiste » le costó a Penovi su expulsión de Rusia y el repudio de su país que, en redes sociales y medios de comunicación, lamentaron su comportamiento.
Otro caso de sonada repercusión fue el de siete hinchas brasileños que rodean a una rusa y la hacen repetir groserías en portugués. Según medios británicos, algunos de los protagonistas del video fueron despedidos de sus puestos laborales. Además se conocen otros casos de colombianos y peruanos que también hicieron chistes sexistas a rusas y japonesas. ¡Qué imagen están dejando de nuestro continente!
La pelea de los fanáticos argentinos con los croatas

En el terreno de juego, los argentinos golpearon y mucho ante la impotencia, pero desde las gradas se gestó un fatídico hecho: 24 argentinos violentos se fueron a las manos durante y después del partido con los aficionados de Croacia. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la nación sudamericana, pidió que le retiraran el Fan ID para que no puedan ingresar a ver más ningún partido del campeonato.
Entonces, por qué en una fiesta que reúne cada 4 años a todas las naciones del planeta los participantes y los que lo viven por la televisión tienen que ver la actitud indigna de ciertos alborotadores. En pleno siglo XXI con un mundo globalizado marcado por el uso de las nuevas tecnologías y el desarrollo de las mismas algunos se comportan como seres primitivos. Esperemos que no se repitan estos hechos para que dentro y fuera de la cancha la dignidad humana, el juego limpio y la alegría sean un baluarte de este torneo.