Los vericuetos de una medalla de plata

Llegar a convertirse en subcampeones en el Mundial Juvenil de Canotaje fue un difí­cil camino para el villaclareño Orestes Gutiérrez y el guantanamero José Ramón Pelier.

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Osvaldo Rojas Garay
Osvaldo Rojas Garay
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03 Septiembre 2018

 

Orestes Gutiérrez (a la derecha), plata en el Campeonato Mundial Juvenil de Canotaje.
El santaclareño (tercero de izquierda a derecha) junto a
uno de los patrocinadores de la compañí­a alemana IMAS. (Foto Cortesí­a del entrevistado).

Mientras toda Cuba vibraba de emoción con la primera medalla de oro de nuestra representación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, conquistada por la ciclista Arlenis Sierra, el 20 de julio finalizaban en Cienfuegos las competencias de canotaje de los Juegos Escolares. Allí­ un par de jovencitos sentí­a que peligraba su sueño de asistir al Campeonato Mundial Juvenil, a efectuarse en Bulgaria.  

La historia me la cuenta Orestes Gutiérrez Francisco. Él y el guantanamero José Ramón Pelier fueron los únicos cubanos que asistieron a la cita, con el objetivo de escalar otra vez el podio de premiaciones como un año antes en Rumania, cuando se adjudicaron el metal de plata.

«Estuvimos dos dí­as en Cienfuegos, porque la guagua en que harí­amos el viaje hacia La Habana sufrió una rotura, así­ que decidimos irnos por nuestros propios medios. Llegamos a la capital el 22 y partimos el 23, el dí­a en que se inauguraba el Mundial », confiesa el mejor deportista juvenil de Villa Clara en 2017.   «Hicimos escala en Parí­s y cuando arribamos a Bulgaria el equipaje mí­o no iba en el avión, no lo montaron. Tuvimos que comprar un cojí­n para competir. En las eliminatorias caí­mos en el heat de los rusos, les ganamos. Al otro dí­a era la final a las 4:54 p.m. Estábamos en el hotel y cuando bajamos a la recepción, para sorpresa mí­a, estaba mi maletí­n, y entonces recogí­ el cojí­n y la ropa con la cual acostumbraba competir », señala Orestes y añade:

«En la discusión de las medallas del C-2 a 1000 metros, los rusos se desquitaron, nos ganaron, se proclamaron campeones y nosotros repetimos el subtí­tulo del pasado año, pero puedo decirte que en esta ocasión hubo más calidad. Habí­a alrededor de cinco botes con tiempos similares ».

Si Orestes y José Ramón Pelier disfrutan hoy de esa medalla de plata, además de la calidad y el talento de ellos, se debe también al apoyo que recibieron de la compañí­a alemana IMAS.

 

Premiación de dupla cubana en Campeonato Mundial Juvenil de Canotaje.
Orestes Gutiérrez (segundo de izquierda a derecha) durante la premiación en el campeonato del orbe juvenil. (Foto: Cortesí­a del entrevistado)

«Meses atrás pensábamos que no í­bamos al Mundial, mas cuando Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge Enrí­quez asistieron a las Copas del Mundo de Szeged y Duisburg, en mayo, el entrenador Yusniel Domí­nguez habló con esa compañí­a y comentó que habí­a un bote juvenil en Cuba que tení­a posibilidades de ganar », explica Orestes Gutiérrez.  

«Ellos dijeron que sí­, que nos iban a patrocinar. Domí­nguez nos planteó que no habí­a nada seguro, pero que siguiéramos entrenando. Empezamos a prepararnos con vistas al Mundial y ya conoces la otra parte de la historia. La compañí­a IMAS quedó muy contenta con el resultado de nosotros », afirma el joven canoí­sta santaclareño.

En la despedida, Orestes nos pide un agradecimiento para sus padres, por el apoyo que le dan; a todo el colectivo de La Coronela, a Maritza Prado y al comisionado provincial de canotaje.

Sobre el futuro señala que ahora pasará a la categorí­a de mayores, que en manos de los entrenadores quedará la decisión de si el año que viene va a la justa del orbe Sub 23 o a la Copa del Mundo de adultos.

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