Llegar a convertirse en subcampeones en el Mundial Juvenil de Canotaje fue un difícil camino para el villaclareño Orestes Gutiérrez y el guantanamero José Ramón Pelier.
Mientras toda Cuba vibraba de emoción con la primera medalla de oro de nuestra representación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, conquistada por la ciclista Arlenis Sierra, el 20 de julio finalizaban en Cienfuegos las competencias de canotaje de los Juegos Escolares. Allí un par de jovencitos sentía que peligraba su sueño de asistir al Campeonato Mundial Juvenil, a efectuarse en Bulgaria.
La historia me la cuenta Orestes Gutiérrez Francisco. Él y el guantanamero José Ramón Pelier fueron los únicos cubanos que asistieron a la cita, con el objetivo de escalar otra vez el podio de premiaciones como un año antes en Rumania, cuando se adjudicaron el metal de plata.
«Estuvimos dos días en Cienfuegos, porque la guagua en que haríamos el viaje hacia La Habana sufrió una rotura, así que decidimos irnos por nuestros propios medios. Llegamos a la capital el 22 y partimos el 23, el día en que se inauguraba el Mundial », confiesa el mejor deportista juvenil de Villa Clara en 2017. «Hicimos escala en París y cuando arribamos a Bulgaria el equipaje mío no iba en el avión, no lo montaron. Tuvimos que comprar un cojín para competir. En las eliminatorias caímos en el heat de los rusos, les ganamos. Al otro día era la final a las 4:54 p.m. Estábamos en el hotel y cuando bajamos a la recepción, para sorpresa mía, estaba mi maletín, y entonces recogí el cojín y la ropa con la cual acostumbraba competir », señala Orestes y añade:
«En la discusión de las medallas del C-2 a 1000 metros, los rusos se desquitaron, nos ganaron, se proclamaron campeones y nosotros repetimos el subtítulo del pasado año, pero puedo decirte que en esta ocasión hubo más calidad. Había alrededor de cinco botes con tiempos similares ».
Si Orestes y José Ramón Pelier disfrutan hoy de esa medalla de plata, además de la calidad y el talento de ellos, se debe también al apoyo que recibieron de la compañía alemana IMAS.
«Meses atrás pensábamos que no íbamos al Mundial, mas cuando Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge Enríquez asistieron a las Copas del Mundo de Szeged y Duisburg, en mayo, el entrenador Yusniel Domínguez habló con esa compañía y comentó que había un bote juvenil en Cuba que tenía posibilidades de ganar », explica Orestes Gutiérrez.
«Ellos dijeron que sí, que nos iban a patrocinar. Domínguez nos planteó que no había nada seguro, pero que siguiéramos entrenando. Empezamos a prepararnos con vistas al Mundial y ya conoces la otra parte de la historia. La compañía IMAS quedó muy contenta con el resultado de nosotros », afirma el joven canoísta santaclareño.
En la despedida, Orestes nos pide un agradecimiento para sus padres, por el apoyo que le dan; a todo el colectivo de La Coronela, a Maritza Prado y al comisionado provincial de canotaje.
Sobre el futuro señala que ahora pasará a la categoría de mayores, que en manos de los entrenadores quedará la decisión de si el año que viene va a la justa del orbe Sub 23 o a la Copa del Mundo de adultos.