De Santa Clara son Alejandro Oms, uno de los grandes de la pelota cuabana; Pablo Lara, el único pesista cubano con dos medallas olímpicas, y la campeona mundial del disco Denia Caballero.
Santa Clara es tierra de grandes atletas. Tres de sus hijos figuraron en la centena de los mejores deportistas cubanos del pasado siglo: el pesista Pablo Lara Rodríguez, el ajedrecista Guillermito García González y el pelotero Alejandro Oms Cosme.
Lara, en nuestra opinión, el mejor atleta individual villaclareño de todos los tiempos, es el único halterista cubano que atesora dos preseas olímpicas: una de oro en Atlanta 1996 y otra de plata en Barcelona 1992, donde perdió el título por peso corporal.
En campeonatos mundiales acumuló siete metales dorados, dos de plata y uno de bronce. A esto se suma que es el forzudo con más premios áureos en la historia de los Juegos Panamericanos, con nueve, y en su brillante carrera deportiva batió seis récords mundiales.
Guillermito fue el primer trebejista de Villa Clara que se agenció el pergamino de Gran Maestro, el primer cubano en rebasar los 2500 puntos de ELO y el primer exponente del juego ciencia en la mayor de Las Antillas en conquistar el grupo Premier en los «Capablanca in Memóriam ».
Alejandro Oms conformó, junto a Pablo Champion Mesa y Oscar Charleston, uno de los mejores tríos de jardineros que recuerde la pelota criolla. Fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Cubano en 1944.
Una selección que realizó un grupo de periodistas e historiadores de varios países, a petición del cronista Juan Vené, lo ubicó en la relación de los 100 peloteros latinoamericanos más sobresalientes de la pasada centuria.
El Caballero Oms como le llamaban resultó una de las piezas claves de aquellos famosos Leopardos de Santa Clara que, al decir de muchos conocedores del deporte de las bolas y los strikes, presentaron en la versión de 1923-1924 el elenco más poderoso de la Liga Cubana de Béisbol en aquella época.
También aquí vino al mundo la voleibolista Mirka Francia Vasconcelos, doble campeona olímpica (1996 y 2000) y mundial (1994 y 1998), integrante de las famosas Morenas del Caribe.
Igualmente, en la Ciudad de Marta Abreu y el Che abrió los ojos por primera vez Eduardo Paret Pérez, cuatricampeón del orbe, ganador de tres preseas olímpicas (2-1-0) y subtitular del I Clásico Mundial, en 2006. Además, único pelotero capaz en proclamarse Jugador Más Valioso en justas planetarias de béisbol, tanto en la categoría juvenil como de mayores.
Otro pelotero estrella que nació en la capital villaclareña fue el lanzador zurdo Miguel íngel Cuéllar Santana o simplemente Mike Cuéllar, que en 15 temporadas en Grandes Ligas exhibió balance de 185 ganados y 130 perdidos, y en 1969 se convirtió en el único serpentinero del Verde Caimán que ha conquistado el premio Cy Young, al acumular en la Liga Americana 23 y 11, y 2.38 promedio de efectividad con la franela de los Orioles de Baltimore.
¿Y hasta dónde habría llegado José Delfín Fernández Gómez, joven monticulista fallecido a la temprana edad de 24 años a consecuencia de un accidente marítimo? Novato del Año en la Liga Nacional en 2013, en su meteórica carrera por las Mayores archivó 38 victorias y 17 derrotas, con 2.58 de promedio de carreras limpias, y repartió 589 ponches en 471.1 entradas de labor sobre la lomita.
Los santaclareños se dan el lujo de tener entre sus coterráneos a la única cubana que ha dominado la prueba de lanzamiento del disco en una cita del planeta: Denia Caballero Ponce, monarca en Beijing 2015, y un año después añadió una presea de bronce olímpica a su expediente en Río de Janeiro, 2016.
En dos oportunidades subió a lo más alto del podio mundialista el luchador estilo libre Alexis Vila Perdomo, quien además de ese par de cetros posee un subcampeonato del orbe y un bronce en justas estivales en Atlanta 1996.
Aunque es oriundo de Ciego de ívila, el monarca del planeta en los 51 kilogramos en la lid pugilística de 1997, Manuel Mantilla, le debe su formación a la principal urbe de Villa Clara.
En el boxeo profesional, Santa Clara tuvo un campeón mundial: Benny Kid Parets, quien lamentablemente murió a consecuencia de los golpes recibidos en uno de sus combates contra Emile Griffith.
Cuando en Ciudad México, 1968, las mujeres cubanas se adjudicaron su primer metal olímpico, Violeta Quesada fue integrante de la histórica cuarteta que entró segunda en el relevo corto 4x100 metros.
Cuatro años más tarde, en Munich 1972, Conrado Pérez Armenteros (Guamuta) estuvo en el equipo masculino de baloncesto que se apoderó de la presea de bronce, para rubricar la mejor actuación olímpica de esta disciplina.
El deporte de los aros y las canastas nos regaló otra alegría por intermedio de Leonor Borrell Hernández y María Elena León Molinet, miembros de la selección que ocupó el tercer lugar en Kuala Lumpur, en 1990.
Otra figura imprescindible a la hora de mencionar a los deportistas más sobresalientes de Santa Clara es Jorge Alfredo Reyna Abreu, primer villaclareño que individualmente conquistó una medalla mundialista, con su estirón de plata en la prueba de triple salto en el campeonato bajo techo desarrollado en 1989.
Tampoco podemos pasar por alto en el deporte para discapacitados a Isao Cruz Alonso, íngel Jiménez Cabezas y Ana Ibis Jiménez Pérez: los tres llegaron a disfrutar la gloria en Juegos Paralímpicos.
De igual manera la relación de atletas santaclareños descollantes a lo largo de todos estos años incluye nombres como el del pelotero José Ramón Riscart Caballero; los baloncestistas Leonardo Pérez Armenteros (Maravilla) y Lázaro Borrell Hernández; el especialista en triple salto Ramón López Fleites, el judoca Gabriel Arteaga Risquet, la jabalinista Mayra Vila Machado; los luchadores Arturo Díaz Mora y Miguel Alonso Cordero; el nadador Hanser García Hernández; las polistas Sheila Gómez Chávez, Hirovis Hernández Consuegra, Yanet Moré y Danay Gutiérrez Moré; el saltador de altura Rafael Largo Pérez; la sofbolista y balonmanista Maritza Prado Gallardo; los tiradores Vicente de la Cruz y Alexander Molerio Quintana; el voleibolista Miguel David Gutiérrez Suárez; los futbolistas Odelín Molina Hernández y Serguei Prado, y la ajedrecista Asela de Armas Pérez, nueve veces campeona nacional.
La lista es mucho más extensa. Faltan nombres, lo sabemos, es imposible resumir en unas cuartillas tanta historia; pero, sin duda, los mencionados constituyen una buena muestra de que la Ciudad de Marta Abreu y el Che puede sentirse orgullosa de ser cuna de grandes deportistas.