Eduardo Paret: «La Serie Nacional no es para hacer peloteros » (+Video)
El mánager de Villa Clara enfrenta su segunda temporada al mando de un elenco joven, cuyas expectativas serán altas aun cuando deba resolver algunas situaciones imprevistas mientras compite.
Villa Clara ha comenzado bien la Serie gracias a los ajustes de la directiva y la respuesta de los atletas (Foto: Carlos Rodríguez Torres)
Gabriel López Santana y Andy Rodríguez Sánchez
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21 Agosto 2019
21 Agosto 2019
hace 5 años
Cuando a Eduardo Paret Pérez le fue otorgada la dirección de los Azucareros de Villa Clara de cara a la pasada Serie Nacional, tenía el reto de recuperar la identidad ganadora del equipo y con ello regresar a los playoffs. Puede decirse que sobrecumplió sus objetivos, pues discutió el campeonato frente a los Leñadores de Las Tunas. Un año más tarde, el mítico torpedero vuelve a enfrentar un desafío similar, cuando se suponía que su equipo debía aspirar a la máxima gloria.
La base del elenco que él mismo construyó con varios jugadores suplentes y jóvenes prospectos perdió a cuatro peloteros este verano, entre ellos algunos de sus mejores bateadores y su mejor cerrador. A propósito de este y otros temas, Vanguardia conversó con el mánager al concluir la primera subserie de los naranjas en el Sandino:
«Estuve un tiempo fuera de la preparación, pero me mantuve al tanto de todo lo que iba pasando. Sufrimos, como todo el mundo sabe, las ausencias de Leandro Turiño y José Carlos Rodríguez primero. Por esto, comenzamos a preparar a Raúl Reyes en el jardín central. Sabíamos de sus molestias en el brazo, pero se habló con él y aceptó. También trabajamos con Otoniel González y otros jugadores como Mailon Tomás Alonso. Cuando empezó la serie nos decidimos por Raúl, porque el terreno de Las Tunas es corto y minimiza el problema de los tiros a las bases. En los finales de partido, poníamos a Otoniel en el center y movíamos a Reyes al izquierdo. Hasta ahora lo ha hecho magnífico, tanto al bate como a la defensa.
«Luego, la ausencia de Daniel Condes nos llevó a pedir a los muchachos que asumieran esa función de cerrador. A última hora, Norel González también dejó el equipo, pero tenía una lesión que lo iba a alejar de los terrenos por un tiempo. En este caso pudimos traer a Walter Pacheco y a Ivailo Leyva ».
Además de la preparación del jardín central y la primera base, ¿qué otros ajustes hizo para encontrar una identidad de juego en el equipo?
Nosotros hablamos con los lanzadores, con los atletas más nuevos y con los más experimentados y le pedimos que asumieran el papel de cada uno. Le dijimos que ellos eran los 40 hombres con los que contábamos y tenían que resolver ellos las situaciones.
Hemos visto cambios en la alineación en dependencia del lanzador contrario. Resalta la ausencia de Walter Pacheco frente a lanzador zurdo. ¿En qué se basan estas decisiones?
En la etapa de preparación tuvimos más de 20 topes y nos lanzaron muchos zurdos. Walter lució muy mal frente a estos lanzadores. Además, teníamos confianza en Daniel López que lo había hecho muy bien en el torneo sub 23. Queremos que este muchacho salga adelante y le dimos la oportunidad. Además, Walter había estado muy bien contra derechos y no queríamos que bajara su rendimiento contra zurdos y se presionara. En el segundo juego del martes decidimos dejarlo contra ese tipo de picheo y salió bien. Queremos que vaya aprendiendo a batear contra estos lanzadores. Esto no quiere decir que no vamos a darle chance a Daniel. Siempre les decimos a los muchachos que traten de aprovechar las oportunidades que les damos.
¿Cómo reaccionan ellos a esa confianza fuera del terreno?
Ellos captan las cosas rápido, aunque no todos son de nivel, digamos, de un equipo Cuba. Lo que sí queremos es ser transparentes. Uno como director ve la actitud de sus jugadores. Ya con este año que llevo aquí conozco mejor a los atletas y me ayudan mucho los entrenadores como Vladimir Hernández que lleva más tiempo.
Una vez recuperados los principales lanzadores del equipo, ¿cómo estructurarán la rotación?
Alaín Sánchez ya nos lanzó los 45 lanzamientos que teníamos planificados para él. Aún no logra su velocidad ideal, pero mantuvo las expectativas que teníamos. Para la próxima salida esperamos que tire alrededor de 60 lanzamientos. Contra Pinar del Río tendremos a Guillén, Mirabal y Pedro Manuel Castillo. Tenemos en mente que Yasmany Hernández también abra los partidos, porque en estos primeros 45 juegos queremos que todos ellos lancen. Por ahora iremos juego a juego. En la siguiente subserie tendríamos a Alaín y a Freddy Asiel. Además, esperamos que el picheo de relevo nos apoye.
¿Qué espera de la afición de la provincia en esta temporada que se presenta tan difícil?
Esperamos que la afición nos apoye. Les pedimos a los jugadores que en estos primeros partidos dieran un buen espectáculo para que vengan los seguidores al estadio. Estos juegos a las dos de la tarde matan un poco la afluencia. Contra equipos como Pinar del Río o Industriales debe llegar más gente al estadio. Creo que cuando comience septiembre y terminen las vacaciones asistirá más público. Esta es una afición que apoya mucho a su equipo.
«Por eso yo escucho a todos los que se me acercan porque cualquier persona tiene un consejo que puedo aplicar a mi equipo. Trato de relacionarme con todos y comparto con los aficionados, siempre que sea desde el buen trato. Siempre recuerdo en los Juegos Olímpicos de Atenas que Cepeda, Yulieski, Pestano y yo fuimos a retratarnos con los integrantes del equipo de básquet norteamericano y Allen Iverson no quiso, con un gesto un poco desagradable. Sin embargo, Tim Duncan fue muy efusivo e incluso intercambiamos sellos de nuestros países, y era una estrella de talla mundial ».
¿Cómo piensa lidiar la dirección del equipo con el inevitable cambio generacional?
Hablamos mucho con los atletas. Existen provincias que dejan de contar con sus veteranos, pero nosotros no podemos olvidarlos. Les hemos dado oportunidad a muchos jóvenes como Juan Carlos López y Duviel Zamora, pero necesitamos a los más experimentados también. La Serie Nacional no es para hacer peloteros, para eso está el sub 23. Además, dentro del dogout hacen falta esos jugadores. En mi caso estoy muy compenetrado con ellos porque en un momento fui su compañero. Tal es el caso de Yulexis La Rosa, Zamora, Canto y Yeniet. El desgarre muscular que tiene este último lo tendrá fuera por cerca de 15 días, es decir muchos juegos de pelota. Por esto debemos darles chance también a los más jóvenes desde el entrenamiento.
La disciplina fue uno de los puntales de su gestión el año pasado. ¿Se mantiene así?
Este año la disciplina se mantiene como en la serie anterior. Pasan cosas al interior del equipo, pero ninguna de gravedad. Lo que he eliminado es el uso de teléfonos móviles durante el partido. Cada uno debe estar concentrado cuando transcurre el juego porque no puedes enfrentarte a una determinada situación si no atiendes a lo que sucede y te preparas para eso.
La pasada temporada debió enfrentarse a la solicitud de refuerzos, algo que no existía en sus días de jugador. Ahora aparece la regla de los siete innings, ¿qué opinión le merece?
Creo que eso cambia la estructura del béisbol junto a otras modificaciones, como la base por bolas intencional sin lanzar y la regla Ibaf en extra innings. A mí no me gusta el juego de siete innings. Se trata de cambios para agilizar el béisbol, pero creo que no aportan mucho en realidad. Por ejemplo, en el béisbol de Grandes Ligas o en Japón ni siquiera hay marcador de nocaut. Al que le guste la pelota verá el juego completo. Es verdad que aquí hay que tomar medidas para que el béisbol suba, pero hay que analizar bien cada cambio.
Por ejemplo, habrá quien resaltará que el juego sin hit ni carreras que consiguió Freddy Asiel frente a Guantánamo lo consiguió en siete entradas y, por lo tanto, no tendrá el mismo valor. Podemos evitarnos ese tipo de pensamientos.
Una vez terminadas las primeras tres subseries, ¿cuáles son los objetivos para el resto de la temporada?
Trataremos de ganar el mayor número de subseries que podamos. Nos dedicaremos al juego diario. El objetivo es estar entre los ocho primeros. Hasta ahora las cosas marchan bastante bien y esperamos que sigan así.