Fútbol cubano: el drama continúa

El inicio de la Liga de las Naciones de la Concacaf ha demostrado que el bochornoso papel de la selección cubana en la Copa de Oro no fue un resultado aislado.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
(Foto: Tomada de Internet)
Andy Rodrí­guez Sánchez
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13 Septiembre 2019

El inicio de la Liga de las Naciones de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) ha demostrado que el bochornoso papel de la selección cubana en la Copa de Oro no fue un resultado aislado. Los antillanos han sufrido dos derrotas frente a Canadá en menos de una semana (6-0 y 1-0) y nada parece haber cambiado con la sustitución de Raúl Mederos, por Pablo Elier Sánchez, como director técnico del equipo.

El debut de los cubanos en el estadio BMO Field, de Toronto, demostró que aún continúan en el equipo las deficiencias en una táctica que en ocasiones no tiene en cuenta al rival y no explota las caracterí­sticas de los propios jugadores de la selección. La marcación endeble, los malos repliegues, el juego agresivo y el exceso de intentos de salida con balón controlado de los nuestros fueron muestras de la amplia diferencia en el nivel de estas dos escuadras.

Aunque el 6-0 definitivo de ese encuentro pareciera abrumador, la realidad lo fue mucho más. Los canadienses dominaron los tiempos del encuentro y realizaron 22 disparos a porterí­a por tres de los antillanos. Solo la actuación del arquero Sandy Sánchez evitó una goleada mayor.

El segundo encuentro frente a Canadá debió jugarse en el Estadio Pedro Marrero. Sin embargo, el terreno de La Habana no contaba con las condiciones de alumbrado requeridas para este torneo de la Concacaf. Así­, los dirigidos por Pablo Elier Sánchez debieron trasladarse hacia el Complejo Deportivo Truman Bodden de Islas Caimán. En ese choque encajaron su segunda derrota que podrí­a parecer menos dolorosa si solo se analiza el marcador 1-0. Allí­ el prospecto del Bayern Mí¼nich, Alphonso Davies anotó en el minuto nueve y luego el dominio canadiense se basó en la tenencia del balón.

Los norteños tuvieron una alta posesión del esférico (81% por 19% los cubanos) gracias a 793 pases efectivos por 188 de sus rivales caribeños. Este dominio no cambió cuando los canadienses perdieron en el minuto 55 a su defensor central Doneil Henry por doble amarilla, lo cual resulta más preocupante para la selección de Cuba. Más de media hora de superioridad numérica y no pudieron marcar gol.

El endeble sistema de ayudas en la saga cubana lleva a situaciones desfavorables entre los defensores cubanos y atacantes de más alto nivel, como el joven Alphonso Davies (derecha) del Bayern Mí¼nich.  (Foto: Tomada de Internet)

Justo cuando la Concacaf afirmó que la Liga de Naciones será la única manera de clasificarse a la Copa Oro 2021, estos resultados oscurecen más el panorama del fútbol cubano en lo que va de 2019. Este año, el equipo ha demostrado en cada salida su ingenuidad en los planteamientos defensivos que se traducen a la alarmante cifra de 28 goles recibidos en solo ocho partidos internacionales. Solo en una ocasión mantuvieron la porterí­a en cero y fue en un partido frente a Bermudas, número 181 del ranking de la FIFA publicado en julio.

Estas estadí­sticas demuestran el estado de crisis del fútbol en la isla. La situación de este deporte es resultado de una serie de factores que en su mayorí­a están relacionados con la gestión de los directivos del deporte a nivel nacional.

El entrenamiento resulta fundamental en la formación y preparación de los futbolistas. Incluso cuando la masividad de niños en áreas deportivas nos hace pensar en la salud del futuro de este deporte, no solo basta con que un profesor reciba a un grupo de pequeños en las tardes con un balón de fútbol. Los métodos de preparación para edades tempranas deben evolucionar y acercarse a los estándares, al menos, de la región. La formación de un atleta con una mejor capacidad fí­sica, técnica y táctica en las categorí­as inferiores allanarí­a el trabajo de los entrenadores de las escuelas de iniciación deportiva.

Mientras, la selección absoluta necesita una renovación. Nada resolvió el movimiento de la asociación cubana para sustituir el técnico de la selección luego del desastre de la Copa de Oro. Colocar allí­ al propio preparador fí­sico del equipo que recibió 17 goles en tres juegos no es cosa sensata. Se trata aquí­ de buscar experiencias más cercanas a lo que es el fútbol en la actualidad: un juego muy preciso donde cada equipo tiene una marcada identidad y poco queda en manos de la improvisación.

Los esfuerzos realizados por la Oficina de Desarrollo de la ACF con las estrategias de capacitación a su personal técnico no parecen ser suficientes. Pudiera pensarse en la contratación de un director técnico extranjero que le diera una identidad al juego de la selección. En otras etapas esta estrategia tuvo resultados positivos.

De una vez, el equipo Cuba debe dejar de pensar en esas salidas desde la defensa y esa amplitud ofensiva que en muchas ocasiones posiciona a dos extremos bien abiertos, un medio ofensivo y un delantero. Ha de pensarse más en los elementos con los que se cuenta. Salir a cerrar espacios en defensa y perfeccionar el contraataque con menos efectivos podrí­a ser una variante, aunque de eso se encargarí­a un cuerpo técnico con una visión más acertada.

Otro elemento que atenta contra el desarrollo de este deporte es la poca calidad de la liga cubana de fútbol. Sus horarios, cantidad y bajo nivel de los equipos, problemas con el transporte, alojamiento y el estado de las canchas inciden de forma negativa en este espectáculo. Todos esos elementos terminan por desmotivar a los jugadores, sobre todo a los de más alto nivel. Para ellos deben buscarse otras opciones como mejores contratos en el extranjero.

Solo actuar en el torneo local y participar en las largas jornadas de entrenamiento en el estadio Pedro Marrero, termina por desmotivar a los miembros de la selección nacional. Su esfuerzo debe ser destacado, pues salir de allí­ a enfrentar rivales como Raúl Jiménez (delantero del Wolverhampton inglés) o Christian Pulisic (Chelsea inglés) resulta un asunto serio.

Esta falta de motivación unida a los adversos resultados lleva a otra de las causas que interfieren en el desarrollo del fútbol nacional: la salida del paí­s de un importante número de jugadores. En el primer partido de la Liga de Naciones, dos de los principales jugadores del equipo como Andy Baquero y Yordan Santa Cruz se sumaron a Alejandro Portal, Orlendis Bení­tez y David Urgellés, y dejaron la selección en Canadá. Con estas últimas salidas, suman 14 en lo que va de 2019, dato que resulta alarmante para un equipo tan necesitado de sus mejores exponentes.

Ofrecer mejores incentivos y posibilidades a los futbolistas pudiera ayudar a controlar un éxodo que dificulta aún más la situación de este deporte en el paí­s. Además, resulta necesario convocar a los jugadores cubanos que militan en otras ligas. Lograr un equipo competitivo debe ser el objetivo fundamental de los directivos del deporte y aun cuando se anunció hace más de un año que se trabajaba en este tipo de gestiones, no se ha convocado a nadie.

Por el momento la ACF debe replantearse los mecanismos para viabilizar estos procesos. Con este fin tendrán que acercarse a los estándares internacionales de convocatorias y alejarse de la idea de que los jugadores deben ser los interesados en contactar a la asociación.

Estos factores que inciden en el fútbol cubano actual, hacen pensar en que nada cambiará con respecto a la selección nacional en los próximos partidos de la Liga de Naciones de Concacaf frente al equipo de Estados Unidos (11 de octubre y 19 de noviembre). Luego de esos encuentros, el cierre de 2019 pudiera traer malas noticias a nuestra selección como la confirmación de su ausencia en la Copa de Oro de 2021, el descenso al apartado B de la Liga de Naciones y la ubicación en el peor puesto del ranking de la FIFA en su historia, luego de colocarse en el escaño 179 en la actualización del escalafón en julio.

Revertir la situación actual de este deporte será una complicada tarea. Iniciar por el cambio de mentalidad a todos los niveles podrí­a ser de mucha ayuda.

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