Arián García Rodríguez es un atleta privilegiado. Su discapacidad nunca resultó un impedimento para destacar en los deportes. Sin embargo, fue a los 25 años cuando inició en el taekwondo, y solo cinco años después ya se colgó una medalla de plata en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, en los 75 kg, categoría K-44.

«En mi municipio, Sagua la Grande, el profesor Danilo, que atiende a atletas con discapacidad, me captó para participar en un evento nacional que se desarrollaría allí. Solamente había entrenado un mes y obtuve la medalla de oro ».
¿Cuál fue tu primer evento internacional?
Fue un Panamericano del deporte en Costa Rica. Ahí fui cuarto, no creo que fuera un buen resultado. El nivel era alto, pero la presión también es fuerte, y por eso me limité un poco.
¿Qué cambiaste para Lima?
Para Lima entrené muy fuerte en Sagua la Grande. Luego partí hacia La Habana. Allí trabajábamos mañana y tarde. El desgaste era tremendo. Gracias a eso salió el resultado. Como llegué a tope físicamente, me pude concentrar muy bien en cada combate.
¿Cómo fue la adaptación a las condiciones en Lima?
El frío era inmenso. Gracias a nuestro país pudimos participar en una base de entrenamiento de nueve días, lo cual fue muy bueno para la adaptación. En el lugar que competimos había mucho más frío, tuvimos que llevarnos hasta colchas.
¿Fue complicado el debut en este nivel?
Mi primer combate fue contra un colombiano de menor nivel. Ahí tuve que acostumbrarme al peto electrónico, pues en Cuba no entrenamos con esa tecnología. Luego ya me sentía bien y pude avanzar en cada combate. Llevé a la práctica lo que entrené. A todos los puse a combatir como yo deseaba: para atacar, guardia abierta; para contraatacar, guardia cerrada. Esta vez no salí con presión. Estaba bien entrenado y confié mucho en mí.
¿Cómo enfrentaste el combate final contra un rival de mayor experiencia?
Se trataba del campeón mundial. Me había resentido mi lesión de rodilla y competí con esa zona inflamada. No obstante, no tenía presión y di lo mejor de mí. Hasta el último minuto traté de remontar, y aunque no lo conseguí, sí lo luché.
Arián compitió durante todo el torneo con una importante lesión en su rodilla y, aun así, logró el subtítulo de su división. En esto influyó mucho el trabajo de su profesor, Humberto Ruiz, también de Villa Clara.
«El profesor nos brindó mucho apoyo y confianza. Además, su exigencia era alta. Gracias a eso logré mi resultado. Por otro lado, la experiencia fue increíble para todos los atletas, lo disfrutamos mucho ».