En el Dubai Center Club la atleta discapacitada más veloz del mundo incorporó a su leyenda nuevas victorias. La santiaguera Omara Durand consolidó su reinado en las pistas, al conseguir tres coronas en el Campeonato Mundial de Paratletismo, celebrado en la capital de los Emiratos írabes Unidos.
Con solo horas de diferencia entre la definición de un evento y la eliminatoria de otro, la cubana logró imponerse en 100, 200 y 400 metros planos en la categoría T-12, para débiles visuales profundos. Sus resultados amplían la racha de victorias en estos certámenes desde su actuación en la ciudad de Christchurch, Nueva Zelanda, en 2011.
Junto a su guía, Yunior Kindelán, Durand demostró su clase desde el primer hit eliminatorio que disputó en Dubái. En la vuelta al óvalo alcanzó su primer título de la cita, al imponerse con marca de 52.85 segundos. Con este tiempo superó de forma holgada a la ucraniana Oksana Boturchuk (56.02) y la venezolana Greilyz Villarroel (58.66).
Dos días después, la cubana demostró su excelente forma física al alcanzar el título en el hectómetro, con el mejor tiempo del año (11.66 segundos), y clasificarse como primera de su hit eliminatorio en los 200 metros, solo 90 minutos más tarde. El escenario quedó listo para que, en la siguiente fecha, alcanzara el triplete dorado al triunfar en el doble hectómetro con 23.57 segundos, también mejor marca de la temporada.
Con estas medallas, Cuba pudo ubicarse en el lugar 12 en el evento mundial y Omara se colocó en un privilegiado puesto en la historia del deporte para discapacitados.
Luego de Dubái, la vitrina de la santiaguera se amplió a 11 preseas de oro en campeonatos mundiales. Antes de este evento había conseguido tres en Christchurch, Nueva Zelanda (2011); igual número en Doha, Catar (2015), y dos en Londres, Gran Bretaña (2017), por falta del mínimo de corredoras requerido en la final de 200 metros, que también ganó para no dejar dudas. A la edición de Lyon 2013 no asistió porque iniciaba su maternidad.
El trabajo diario de esta velocista, que deslumbró desde su debut, con 15 años, en el Campeonato Mundial para Ciegos y Débiles Visuales en Sí£o Paulo, ha sido el elemento fundamental para mantener resultados estables durante toda una década. A sus títulos mundiales se suman cinco coronas paralímpicas y los récords del orbe en las tres distancias en las que compite.
Por sus resultados en la pista ha merecido premios como el Juan Antonio Samaranch, del Comité Olímpico Internacional, en 2017. «Lo mejor que me ha pasado en mi vida ha sido dedicarme al deporte », reconoció la atleta al recibir el reconocimiento.
Omara Durand se ha superado a sí misma y ha llevado a otro nivel las pruebas de velocidad en el paratletismo. Con tiempos a la altura de atletas convencionales, el próximo objetivo de esta joven fuera de serie de las pistas estará en la cita paralímpica de Tokio 2020. Allí no buscará otra cosa que ganar. Una ambición menor no sería digna de una reina como ella.