La actividad de cultivar el cuerpo a partir del ejercicio físico es una tendencia en nuestro país. Dentro del amplio grupo de practicantes en la actualidad, ha aumentado también el número de quienes convierten este pasatiempo en un deporte.
Llevar su cuerpo a otro nivel es el objetivo de los competidores que optan por reinar en las disciplinas de fitness y fisicoculturismo en la isla. Este auge se encuentra relacionado
con la proliferación de los gimnasios particulares, el mayor acceso a bibliografía y documentación sobre el tema, y el trabajo de la Asociación de Culturismo y Fitness de Cuba (ACFC).
Villa Clara es una de las provincias precursoras de los eventos competitivos de estas disciplinas en el país y destaca por la aplicación de la ciencia en la mejoría de la preparación de sus atletas. Vanguardia analiza la realidad de una práctica que aún tiene mucho camino por transitar en su desarrollo.
Disciplinas con puntos en común
Como acto de reminiscencia, el ideal griego de lograr la perfección del cuerpo ha cobrado forma en las disciplinas del fisicoculturismo y el fitness. Si bien ambas basan sus rutinas en el ejercicio físico, varias son sus diferencias.
El fisicoculturismo, culturismo o bodybuilding es una actividad que busca la hipertrofia muscular, o sea, el máximo desarrollo posible de la musculatura visible con el menor
porcentaje de grasa. Con fuertes rutinas de ejercicio anaeróbico en los gimnasios, los culturistas también trabajan en la simetría corporal por tratarse de un elemento que se tiene
en cuenta en las competencias de este tipo.
Por su parte, el fitness «es una disciplina más moderna y se dirige a la búsqueda de bienestar físico a partir de ejercicios que permiten la tonificación de la musculatura, la flexibilidad, coordinación, resistencia cardiovascular y el equilibrio », añade el Dr. C. Luis Alberto González Duarte, profesor principal de la asignatura Pesas Aplicadas, y Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo, de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas (UCLV).
Como dos ramas de una práctica muy popular a nivel mundial, el fitness y el fisicoculturismo trabajan la estética del cuerpo humano. A pesar de los elementos característicos
de cada uno, como norma ambos requieren de una rutina de entrenamiento bien estructurada, el cuidado de la dieta y la disciplina en el descanso.
País en forma
La ACFC surge en 1986, aunque su actual presidente, Yoandy Pérez Surí, aclara que «el cubano practica ejercicios en gimnasios desde las décadas de 1930 y 1940 ». Ya el 18 de enero de 1987 se celebró el Primer Campeonato Nacional de Culturismo en La Habana.
En 2019, Villa Clara recibió la edición número 33 de estas competencias y la cuarta en la modalidad de fitness. La provincia cuenta con alrededor de 100 de los 500 afiliados que tiene hasta el momento la asociación, y sus competencias son altamente populares. «Está demostrado que cada evento atrae mucho público declara Lester Luaces Rodríguez,
ganador del último encuentro nacional de culturismo en la categoría de hasta 90 kg.
En la actualidad se compite en las modalidades de fitness, culturismo y bikini para las mujeres. Esta última categoría «no premia a la que más cuerpo tenga, sino que se evalúa el
trabajo de gimnasio », aclara Pérez Surí.
Aunque Matanzas cuenta con atletas de alta calidad, el presidente de la ACFC reconoce que Villa Clara es una de las provincias con mayor participación en los eventos nacionales.
«Por la posición geográfica privilegiada y el apoyo del Inder en el territorio, se han celebrado varias competencias aquí ».
Vladimir Rodríguez Aguilar, jefe del Departamento Provincial de Actividad Física Comunitaria, ha logrado el acercamiento de los practicantes de la asociación a la Dirección de Deportes en
Villa Clara. «Estamos muy contentos con el trabajo que vienen desarrollando los gimnasios no estatales. Su preocupación se centra en la salud y calidad de vida. Por eso encontramos atletas
con importantes resultados a nivel nacional », asegura.
Sin embargo, en Cuba el culturismo no se reconoce como un deporte, y por ello la ACFC no ha podido convertirse en federación con el objetivo de probar a sus campeones a nivel internacional. «Desde el inicio de la asociación existe el reclamo para que el Inder avale nuestra disciplina. Es cierto que años atrás hubo varios culturistas con comportamientos
inapropiados, pero para analizar esos casos existe nuestro reglamento », aclara Pérez Surí.
En el pasado verano, el fisicoculturismo debutó como deporte en la edición número XVIII de los Juegos Panamericanos. En una competencia dominada por El Salvador, Cuba no presentó delegación. Atletas como el propio Lester tienen la esperanza de que esta realidad cambie en los próximos años. El temor a la proliferación del dopaje quizá sea el principal elemento que frena una decisión a su favor.
El peligro de lo antinatural
El cuerpo humano tiene límites. Ya sea para sobrepasarlos o para disminuir el sacrificio en estas disciplinas, en ocasiones se recurre al consumo de sustancias prohibidas. El dopaje puede ocasionar daños y lejos de beneficiar al físico, lo afecta de diversas maneras.
Entre las sustancias más utilizadas a nivel internacional se encuentran las hormonas sintéticas, comúnmente conocidas como esteroides anabólicos, aunque es muy amplio el espectro de drogas utilizadas en el dopaje. «Usted no puede acelerar los procesos metabólicos. Esto debe ser repudiado tanto en los gimnasios como en la práctica de deportes. Incluso, se está trabajando con el dopaje genético que evita el reconocimiento de alteraciones », aclara la Lic. Iris González Acevedo, del Centro de Promoción de Medicina del Deporte de Villa Clara.
La doctora Zoe Zaida Coule Vizcaíno, especialista en Medicina del Deporte, añade que «el organismo tiene capacidad de producir esas hormonas que las personas consumen erróneamente, como testosterona, progesterona y nerobol. Al ingerirlas se da una sobredosis y ello repercute negativamente en su salud. Esto puede provocar trastornos cardiovasculares, la hipertensión arterial, virilismo en las mujeres y cierto grado de feminismo en el hombre, alopecia, dermatitis y problemas renales. Todo ello puede llevar incluso a la muerte del individuo ».

A nivel internacional, la Federación Internacional de Fisiculturismo y Fitness (IFBB) recoge una serie de sustancias prohibidas en la práctica de estos deportes. Una perspectiva de preparación sana se promueve en cada una de sus competencias, alejadas de los estereotipos norteamericanos de la construcción de un cuerpo con la ayuda del dopaje. En los documentos oficiales de la IFBB se destaca la promoción de valores como la ética, la honestidad, el trabajo en equipo y el respeto por los demás competidores.
En Cuba, la ACFC se ha acogido a esta filosofía. «La Asociación incluye en su reglamento la sanción a atletas o directivos que se apliquen esteroides para mejorar su forma física. Nosotros no tenemos la capacidad para hacer una prueba antidoping, pero los jueces se preparan visualmente para reconocer algunas características que pueden demostrar el consumo de sustancias prohibidas », destaca su presidente.
Si el objetivo es alcanzar una forma física óptima para cumplir con los requisitos del fitness o el culturismo, la vía más perjudicial resulta el dopaje. Sin embargo, el acercamiento a la ciencia y su implementación en los sistemas de entrenamiento pueden llevar a un mejor rendimiento en cada evento.
La ciencia al servicio de la fuerza
Lester ha dedicado ocho años de su vida al fisicoculturismo. Para él «competir lleva una exigencia fuerte. Cuando haces una dieta específica para un evento, la alimentación es más seria. Hay que renunciar a varios alimentos para buscar mayor sequedad y separación muscular, o sea, más calidad ».
Para responder a intereses como este y aportar a la calidad de los entrenamientos, en la provincia, la ACFC se ha acercado a la Facultad de Cultura Física de la UCLV y al Centro de Medicina del Deporte de Villa Clara.
«En realidad, este mundo es más científico que físico. Nosotros nos pasamos el año entero estudiando, preparándonos, y al final nadie tiene toda la verdad en la mano. Cada año sale algo nuevo: entrenamientos, métodos, máquinas y dietas », comenta Yoandy Pérez Surí.
«Tenemos cursos a nivel nacional, por ejemplo, sobre el trabajo de los entrenadores personales, dieta y nutrición. Los jueces también imparten sus cursos y siempre buscan la superación. Además, el Inder ha abierto las puertas a la superación a través de los cursos de musculación y de la oportunidad de cursar la carrera de Cultura Física », añadió.
El profesor Luis Alberto González Duarte ha estado a cargo de los cursos de musculación con el objetivo de aumentar la preparación de entrenadores y practicantes de estas disciplinas. «Buscamos mantener un ciclo de conferencias. Nuestro trabajo se ha encaminado en función de generalizar una metodología de trabajo sana, saludable y acorde con las características de nuestro país. Queremos ser los pioneros en Cuba en este tipo de asesoramiento. Es una experiencia nuestra, que se acompaña de una bibliografía también cubana. No hay que ir a copiar a ningún sitio ».
Según Vladimir Rodríguez Aguilar, para el próximo año existe el interés de abrir un tercer curso dirigido al trabajo de musculación en los gimnasios con personas que padecen de enfermedades crónicas no transmisibles, como un aspecto novedoso en el cual trabajar.

Además de la preparación metodológica, el desarrollo de esta actividad en la provincia ha llegado al análisis del cuerpo de los practicantes desde el punto de vista médico. «Hemos realizado mediciones antropométricas del cuerpo y de sus pliegues a partir del porcentaje de grasa. Con estos datos, los entrenadores pueden realizar un trabajo más detallado y efectivo con sus practicantes, similar a un macrociclo en cualquier otro deporte », destacó Iris González Acevedo.
Según la doctora Zoe Coule, existe el interés de idear un proyecto para que no se brinde solo en Medicina Deportiva este tipo de servicios de mediciones. «Queremos llevarlo a los policlínicos, donde también existe un tratamiento integral de la salud. Pensamos aplicar esta experiencia en Santa Clara y luego llevarla al resto de los municipios ».
Con estas experiencias, el arte o deporte de moldear el cuerpo siguiendo cánones estéticos ha llegado a un nivel superior en la provincia, donde encontramos atletas con una mayor preparación y conocimiento sobre la actividad.
«Una de las cosas que he logrado con el culturismo ha sido la disciplina dice Lester. Eso te cambia la vida. Lleva a descansar más, a no ingerir bebidas alcohólicas en exceso, educa en cuanto a la nutrición. Garantiza un estilo de vida más responsable ».
No se trata, entonces, de personas que solo quieren ser más vistosas que los demás, sino de atletas que, junto a la perfección del cuerpo, buscan la perfección del espíritu, como propone el ideal grecolatino. Ver este tipo de prácticas desde la perspectiva de Lester pudiera ser el elemento que demuestre que nuestro país está listo para asumir como deportes oficiales el fitness y el culturismo.