Reza un proverbio que para analizar un problema la mejor forma de hacerlo resulta mirarlo en retrospectiva. Como de costumbre el ganador del balón de oro causó revuelo mediático a nivel mundial. En esta ocasión fueron solo siete puntos de diferencia entre Messi y Virgil van Dijk.
Chocan criterios desde puntos de vista diferentes y todos los defienden a capa y espada. Cada acto humano contiene una carga subjetiva y el hecho de que reporteros deportivos escojan al mejor del planeta no está exento de ello.
El problema no es Messi. Todo lo contrario, sus números avalan su sexto balón dorado. Una demostración individual de altos quilates, pero los títulos colectivos importantes esquivan al diez rosarino desde hace algunos años. Ganador justo, quizás. Igual el fútbol en su esencia constituye un deporte alejado de justicia divina y merecimientos.
El problema radica en el medidor que utilizan para otorgar el premio. ¿Cuál es? El mejor jugador de la temporada por sus estadísticas o la contribución de su juego para alcanzar la mayor cantidad de títulos para su equipo. Si alguien tiene la certeza para afirmarlo que levante la mano.
Tienes que ser un matador, un goleador en estado puro para los mediocampistas y sobre todo los defensas no aportan lo mismo para las victorias de sus equipos. ¿Eso parece? Resulta lógico poner en la misma balanza posiciones tan opuestas. Comparar el arte de defender con la de bailar con la pelota y marcar goles.
Sin dudas, ser defensa en el mundo de la espectacularización deportiva y llevarte el gato al agua es complejo. Al menos el presente y el pasado de este reconocimiento lo demuestra. Solamente tres defensas consiguieron la proeza. Los alemanes Franz Beckenbauer (Bayern Múnich), por dos veces en 1971 y 1976, y Mathias Sammer (Borussia Dortmund), en 1996, y el italiano Fabio Cannavaro (Real Madrid), en el año 2006, han sido los tres únicos sagueros ganadores del Balón de Oro. Unido a un solo portero: el ruso Lev Yashin, en la edición de 1963. El guardameta del Dinamo de Moscú, denominado La Araña Negra y considerado el mejor portero del siglo XX.
En 63 años apenas un guardameta ganador y seis finalistas más bajo los palos (Dino Zoff, Ivo Viktor, Oliver Kahn, en dos ocasiones, Gianluigi Buffon y Manuel Neuer) y solo tres defensas de 60 posibles vencedores han alcanzado el preciado premio. Entonces, ¿miden con la misma vara a todos? Ser defensa o portero constituye una desventaja genética. Saque usted sus propias conclusiones y verá que la diferencia real entre Messi y Virgil van Dijk tiene 63 años de peso sobre su historia.