En un partido que por el resultado se asemeja más a un choque de balonmano que de béisbol, el equipo de Villa Clara superó por nocao a Las Tunas, 38 a 15, el 14 de enero de 1995, en el estadio Julio Antonio Mella. El que pudiera ser considerado el juego de los récords en nuestras series nacionales dejó varias marcas, muchas de las cuales se mantienen vigentes.
Los bateadores anaranjados establecieron primacía en anotadas 38, hits 37, dobles 15, impulsadas 37 y extrabases 24. Dos de sus jugadores, Amado Zamora y Eddy Rojas igualaron la marca de anotadas en un desafío con seis cada uno. Además, Eddy ingresó en el grupo de los que han disparado seis indiscutibles en un encuentro.
Alain Hernández fijó un récord negativo al tolerarles 19 hits a los tuneros, el cual fue borrado posteriormente por Alfredo Fonseca.
También se establecieron marcas para dos equipos en un partido, al acumular 53 anotadas, 61 imparables, 20 dobles, 52 impulsadas y 32 extrabases. Por último, para tratar de detener el barrage ofensivo de los villaclareños, la dirección de Las Tunas empleó a diez lanzadores, cifra que en ese entonces empató una primacía que posteriormente rompió el conjunto de Matanzas, los cuales utilizaron 12 monticulistas contra Pinar del Río, el 9 de abril de 2014.