Comienza una serie diferente (+Posible alineación del primer juego)

Este sábado vuelve la pasión del béisbol a nuestro paí­s, con algunas variantes para minimizar el riesgo que pudiera desenlazar un evento de COVID-19 en algún equipo.

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Pablo Luis Guillén
Pablo Luis Guillén figura como el abridor de este primer juego en Villa Clara. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Andy Rodrí­guez Sánchez
4012
12 Septiembre 2020

Este sábado vuelve el béisbol a los terrenos de nuestro paí­s. Concluye una espera luego del aplazamiento de la 60 Serie Nacional por el impacto de la COVID-19. Para Villa Clara, la inactividad es aún mayor por no haber clasificado a la segunda fase en la campaña anterior.

Los fanáticos se encuentran ansiosos de que comience el espectáculo, aunque esta vez tendrá sus particularidades al incluir medidas higiénicosanitarias para evitar el contagio y proponerse una nueva estructura y un reglamento que modifica cuestiones criticadas en años anteriores.

(Fotomontaje: Carolina Vilches Monzón)

Preservar la salud en los terrenos

Hasta la última semana antes de la serie, se manejaron diferentes variantes para minimizar el riesgo que pudiera desenlazar un evento de COVID-19 en algún equipo. Una medida que apunta a cumplir este objetivo será la ausencia de público en nuestros estadios. Aun cuando en las redes sociales, los aficionados atacaron esta determinación, resulta prudente no exponer a jugadores, entrenadores y al pueblo a un peligro innecesario.

Antes del inicio de la serie se comprobó que ningún integrante de los 16 equipos en disputa está infectado por el SARS-CoV-2, luego de realizarse pruebas de PCR a cada uno de ellos. Durante el campeonato permanecerán en el banco solo los atletas que participan en el juego, mientras lanzadores y otros integrantes del equipo deben estar en otras áreas.

Todos tienen la obligación de utilizar el nasobuco, salvo los que se encuentren jugando en el terreno en ese momento.

Además, se dictaminó evitar las muestras de afecto fí­sico, el intercambio entre jugadores de diferentes equipos y la celebración en conjunto de jugadas. Solo se saludará con el codo y quedará prohibido todo tipo de mí­tines. Por ahora, se planificaron las primeras subseries fuera del occidente del paí­s (con excepción de la serie inaugural, en Matanzas), para evitar jugar en lugares con mayor número de casos activos. Por la situación epidemiológica de Ciego de ívila, se decidió traer la subserie con Villa Clara al «Augusto César Sandino ».

Con respecto a los implementos deportivos, el cargabates y el recogedor de pelotas serán los
encargados de depositarlos en bolsas. Mientras, se velará por reemplazar las pelotas cuando cambien los equipos a la defensiva y se sugiere que la misma no sea manipulada por más de tres jugadores.

Las medidas propuestas abogan por la prevención en todo sentido. A partir de hoy, veremos cómo se cumplen, pues lo que no ha quedado tan claro es el marco sancionador que se impondrá a los que las infrinjan o quién será el encargado de hacer valer las directrices en cada subserie.

El objetivo es evitar una complicación del panorama sanitario por brindar este espectáculo. Hasta el momento, de presentarse un caso positivo, se realizará PCR a toda la selección y se mantendrán los pasos que el Ministerio de Salud establece a partir de la aparición de un contagio. De darse esta situación, la Comisión Nacional de Béisbol serí­a la encargada de reprogramar los juegos de ese equipo.

Nueva estructura

Este año la Serie Nacional ha sufrido varias modificaciones. El calendario se amplió a 75 partidos. Clasificarán los primeros ocho equipos, que se enfrentarán en ronda de cuartos de final pactada de cinco juegos a ganar tres. Luego, se pasará a la selección de refuerzos y se disputarán la semifinal y final al mejor de siete choques.

En el nuevo reglamento destaca que los equipos solo pueden dar altas y bajas en los juegos 30, 60 y 74, siempre subiendo a peloteros listados en las preselecciones de 45 jugadores entregadas antes del inicio de la serie.

Este año se jugará una subserie los martes, miércoles y jueves, y otra los sábados y domingos.
Como novedades se presentan el aumento de cinco a 20 lanzamientos por dí­a para los lanzadores en play off y la reanudación al dí­a siguiente de los partidos parados por falta de iluminación.

El sistema de desempate, que en otras ocasiones ha traí­do más de una discusión, también ha sido aclarado. En el caso de ocurrir con más de dos selecciones, se definirá por el resultado de juegos ganados y perdidos entre los equipos involucrados. De mantenerse el abrazo, se aplicará el método TQB entre los involucrados y, de persistir, se apelará al mejor promedio de carreras limpias en los partidos celebrados entre los equipos inmersos en la decisión. De continuar el empate, se buscará el mejor promedio de bateo en  los juegos celebrados entre los conjuntos implicados.

Por otra parte, para reducir el tiempo de los partidos se han dispuesto solo cinco visitas al montí­culo en un  juego. Mientras, se estableció un lapso de 12 segundos entre lanzamientos, sin corredores en bases, 90 segundos para cambiar el pí­tcher y la misma cantidad de tiempo para los extra innings.

Si bien se tratará de una serie diferente, sobre todo por la ausencia de público para animar las gradas, al parecer la etapa de receso permitió lograr una mejor organización del principal evento deportivo a nivel nacional. Esperemos que no existan inconvenientes en un escenario tan complicado y que podamos tener un nuevo campeón de Cuba para inicios del próximo año.

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