Cuando recuerdo las copas intercontinentales de béisbol que se efectuaron desde 1973 hasta el 2010 hay cinco jonrones que no puedo olvidar entre los más impactantes en este tipo de citas: los de Pedro José Cheíto Rodríguez contra Estados Unidos en 1979, el de Pedro Medina en Edmonton, 1981; el de Alejo O'Reilly en 1987; Antonio Pacheco, en 1995, y Yobal Dueñas, en 2002.
El de Alejo O'Reilly fue en la VIII Copa Intercontinental, celebrada en nuestro país en el choque por la corona entre Cuba y Taipei de China, el cual comenzó el 24 de octubre de 1987. En aquel desafío, la lluvia obligó a detener durante bastante tiempo la reanudación del partido decisivo del mencionado certamen.
La selección, dirigida por Jorge Fuentes, igualó a dos carreras el encuentro en el séptimo inning del choque. Ya era la madrugada del 25 de octubre de 1987 cuando en el final del noveno capítulo vino O'Reilly a batear y le desapareció la esférica por el jardín derecho a Huan Ping-Yang, para dejar al campo a Taipei de China, tres carreras por dos, y darle a Cuba su cuarto cetro en estas lides.
Aquella no fue la única hazaña de Alejo O'Reilly en esa Copa, pues el quemadense lideró a los bateadores con 553 de average y, además, implantó un impresionante récord al conectar 11 jits de forma consecutiva.
El recio toletero zurdo inició su cadena el miércoles 14 de octubre ante Canadá, cuando fue llamado del banco para abrir de regular en el tercer desafío de la lid frente a Canadá, en sustitución de Antonio Muñoz, que presentaba problemas en un pie. Ese día bateó de 4-4, entre ellos, un par de vuelacercas.
Luego, ante Corea del Sur, consiguió batear otra vez y conectar cuatro hits en cuatro turnos oficiales, con otros dos jonrones.
La marca se interrumpió cuando en la séptima entrada del partido contra México se ponchó frente a Antonio Villareal, el 16 de octubre, a las 7:06 p. m.