El pasado viernes falleció Hank Aaron, uno de los mejores peloteros de todos los tiempos, que llegó a poseer el récord de jonrones en las Grandes Ligas.
La muerte sigue apagando vidas en el Salón de la Fama del Béisbol, en Cooperstown. El pasado año 2020 fallecieron siete miembros, la mayor cantidad en la historia, ellos fueron: Lou Brock, Whitey Ford, Bob Gibson, Al Kaline, Joe Morgan, Phil Niekro y Tom Seaver.
Al comienzo de este año 2021, el 7 de enero se despidió el legendario mánager Tommy Lasorda. Luego, el 18, murió el otrora estelar lanzador Don Sutton, quien ostentó una foja de 324 victorias y 256 derrotas, con una efectividad de 3.26.
Y cuatro días más tarde, el 22 de enero, dijo adiós Hank Aaron, uno de los más grandes bateadores en las Grandes Ligas. Durante muchos años dominó el casillero de jonrones conectados en ese béisbol con 755 vuelacercas, hasta que en agosto de 2007 le arrebató el liderato Barry Bonds, quien finalmente terminó su carrera con 762 bambinazos.
Nacido en Mobile, Alabama, el 5 de febrero de 1934, Aaron consiguió su primer estacazo de vuelta completa en abril de 1954. En 1969 disparó su jonrón número 537, para colocarse en el tercer lugar de todos los tiempos, antecedido únicamente por Willie Mays y Babe Ruth.
En abril de 1971 el legendario pelotero completó la cifra de 600 cuadrangulares, y en abril de 1974 se adueñó de la marca de vuelacercas en las Grandes Ligas, al disparar su jonrón número 715, uno más que Babe Ruth.
El histórico batazo lo logró en la cuarta entrada contra Al Downing, serpentinero de los Dodgers. Se mantuvo al frente de los máximos productores de bambinazos hasta que 33 años más tarde, el 7 de agosto de 2007, Barry Bonds se apoderó de la marca, con una conexión entre el jardín derecho y el central, frente a un envío de Mike Bacsik, lanzador de los Nacionales de Washington.
Durante su brillante carrera beisbolera, Aaron que estuvo en Cuba en el año 1996 disparó 3771 hits, remolcó a 2297 corredores para la goma y en 17 temporadas consecutivas consiguió 150 o más inatrapables, además de disparar 20 o más cuadrangulares en 20 campañas sucesivas.
El estelar jardinero, fallecido a los 86 años, se agenció dos títulos de bateo, ganó una serie mundial con los Milwaukee Braves en 1957 y fue seleccionado el Jugador más Valioso de la Liga Nacional ese mismo año.
Aaron se retiró en 1976, tras una exitosa carrera de 23 años. En 1982 fue exaltado al Salón de la Fama y desde 1999 se entrega en su honor el Premio Hank Aaron a los mejores bateadores de cada Liga, distinción que en la más reciente temporada de las Grandes Ligas recibió el cubano José Dariel Abreu, en la Liga Americana.