«Si volviera a nacer me gustaría ser deportista », ha afirmado en varias ocasiones nuestro máximo líder, Fidel Castro Ruz. Es por ello que un nuevo libro saldrá a la luz pública el próximo 12 de agosto con el fin de homenajearlo en vísperas de su cumpleaños 90.
El libro de la editorial Capiro titulado Fidel nunca se poncha, del periodista y escritor villaclareño Osvaldo Rojas Garay, cuenta con 320 páginas y 31 fotos. Lo inició en el 2013 y narra la historia del béisbol revolucionario cubano a través de la figura del Comandante en Jefe.
Pocos mandatarios a lo largo de la historia han prestado similar atención a un deporte como el béisbol, no solo en cada victoria o celebración, sino también en las derrotas o en los momentos más difíciles. Fidel siempre ha estado presente, lo mismo desde el cajón de bateo que propinando strikes para ponchar al rival, u ofreciendo su mano.
Cuenta Osvaldo que la idea de escribir este libro surge en el año 2007, en medio de la celebración de los Juegos del ALBA cuando se enfrentaban Cuba y Venezuela en un desafío de pelota.
Recuerda como si fuera hoy aquellas palabras de Hugo Chávez al dirigirse a través de la televisión cubana a todo el pueblo.
«Chávez comienza a hablar de sus años de pelotero y dice: ‘‘ ¿Se acuerdan del ponche aquel que le di a Fidel allá en Barquisimeto?’’, pero después rectifica risueño: ‘‘Aquello no fue un ponche, porque Fidel no se poncha nunca’’.
«Esa frase me da la clave para el título de un libro. Entonces, yo me tomé una licencia periodística y le puse, porque me pareció más fuerte, Fidel nunca se poncha », añade Osvaldo.
¿Cómo fue el proceso de recopilación de información para concebir el libro?
Desde los siete años de edad guardo recortes de periódicos o revistas sobre los deportes en general y también sobre música, por lo que tengo un archivo bastante amplio con estadísticas y un gran número de curiosidades y datos.
«Dentro de todos esos recortes de noticias encontré mucha bibliografía sobre Fidel, pues él y el desarrollo del béisbol revolucionario han estado a la par. Eso sin obviar las fuentes contactadas, dígase atletas y directivos, además de entrevistas realizadas a grandes figuras de la pelota cubana ».
¿Qué vínculo ha existido entre Fidel y nuestro deporte nacional?
El Comandante estuvo presente casi en todos los momentos importantes de la pelota, sobre todo en el recibimiento a los equipos cuando llegaban desde el exterior. Así sucedió, por ejemplo, en el Mundial del 69, en Dominicana, cuando Gaspar ElCurro Pérez ganó y lo bautizó como el Héroe de Quisqueya, o el Mundial del 1970, cuando denominó al espirituano José Antonio Huelga, Héroe de Cartagena.
«Fidel asistió siempre a los grandes eventos organizados en casa. Tal fue el caso de la Copa Intercontinental del 79. Asi como premió a nuestro equipo ganador del Mundial del 84. También estuvo en la mayoría de las inauguraciones de las Series Nacionales de la década del 60, y cuando no bateaba la primera bola como lo hizo en la inicial, el 14 de enero del 1962, la lanzaba ».
¿Hechos interesantes recogidos en el libro y que nos pudiera adelantar…?
Quizá muchos no sepan esto, pero para mí, una de las Series Nacionales más fuertes desarrolladas en Cuba, por lo menos en su momento, fue la especial de 1970, en la cual participaron seis equipos en representación de cada una de las provincias.
«Había concluido ya realmente la Serie Nacional, y Fidel, en el recibimiento al equipo Cuba, que había ganado los Centroamericanos de ese año, propone la celebración de una serie especial llamada de los Diez Millones porque estábamos enfrascados en aquella famosa zafra. Resultó un campeonato inolvidable en el cual Las Villas obtuvo la corona al imponerse al poderoso equipo de La Habana.
«Fidel propició y presenció momentos significativos del béisbol, como el juego efectuado en 1999 entre los Orioles de Baltimore y nuestra selección. Por vez primera, después de triunfo de la Revolución, chocaba un equipo de grandes ligas con una novena del béisbol cubano amateur.
«El libro recoge, además, testimonios de jugadores como Antonio Muñoz, Juan Pérez Pérez, Enriquito Díaz, Silvio Montejo y muchos otros. Todos avalan la especial atención brindada por Fidel a los peloteros. Mantenía su preocupación por el estado de salud de cada uno de ellos, por su alimentación, y algo difícil de olvidar es su desvelo por el desarrollo de la revolución científico-técnica de nuestro pasatiempo nacional.
«Hago coincidir el béisbol con Fidel por lo que ambos representan para Cuba », enfatiza.
¿Cómo está estructurado el libro?
Primero hay una parte orientada a fundamentar el porqué de este. Allí hago alusión a la conversación sostenida con Robert Smith, expresidente de la Asociación Internacional de Béisbol, en la cual el norteamericano alega, refiriéndose al amor de Fidel por la pelota: «Quizás el béisbol perdió un gran pelotero, pero su pueblo ganó un gran conductor ».
«Después, vienen los comienzos del béis bol revolucionario. Detallo el juego del 24 de julio de 1959, entre los Barbudos y la Policía Nacional Revolucionaria, en el cual iban a ser rivales Fidel y Camilo para financiar la Reforma Agraria. Finalmente, Camilo apareció con el traje de los Barbudos y expresó en frase célebre y bien conocida: ‘‘Yo no estoy contra Fidel ni en la pelota’’. Y en ese propio capítulo también reflejo la presencia de Fidel en la discusión del título de la llamada Pequeña Serie Mundial, de 1959, ganada por los Cuban Sugar King.
«Fidel desde la lomita es un epígrafe referido a su actuación como lanza dor. Asimismo, está el capítulo que es como una especie de anecdotario beisbolero, donde los lectores encontrarán sugestivos hechos, como el caso del estelar segunda base capitalino Juan Padilla. Fidel fue a verlo por el accidente que le provocó la pérdida de un ojo, y le expuso varios ejemplos de personas que con un ojo habían hecho muchas cosas. Padilla relata que esos 55 minutos con Fidel le cambiaron la vida.
«No pueden faltar sus reflexiones sobre este deporte ni la sección dedicada a los inol vidables juegos entre él y Chávez, esos que quedaron para la historia ».
Sobre el prólogo que le hace su colega periodista, qué nos puede decir.
Soñé con que lo escribiera Hugo Chá vez, pero lamentablemente el mejor amigo de Cuba nos dejó de manera prematura. En cambio, mi colega y amigo Luis Machado Ordetx lo volvió a asumir, pues ya lo había hecho en mis dos libros anteriores: Casos y cosas de la pelota y El Gigante del Escambray, este último dedicado a Antonio Muñoz. El prólogo recoge muy bien la esencia del libro e incita a su lectura.
Una última y obligada pregunta: ¿Cuándo será presentado Fidel nunca se poncha en tierra villaclareña?
Me gustaría que fuera por los días cercanos al cumpleaños 90 de nuestro Comandante en Jefe, o mejor, el propio 13 de agosto. Esperemos que así sea.