Denominar con nombres los trofeos que se entregan en las series nacionales pudiera ser una buena iniciativa para contribuir a la identidad de nuestro béisbol.
Hay muchas cosas que se pueden hacer para mejorar nuestro béisbol. Cuatro años atrás, cuando el equipo de Villa Clara acabó con la maldición anaranjada y se tituló por quinta ocasión campeón en las series nacionales surgieron las galas de premiaciones a los más sobresalientes de la temporada.
Fue una excelente idea que se ha mantenido, aunque la celebración de esta campaña, en la cual se agasajó a los Alazanes de Granma, sorprendentes monarcas de la LVI Serie, se hizo con bastante retraso.
Hace algunos días pensaba sobre lo atractivo que podría ser ponerle nombre a los principales trofeos que se conceden para premiar a los más destacados en cada campeonato. Si mal no recuerdo a comienzos de los años 80 se hizo un intento en tal sentido, pero pasó tan inadvertido que nadie notó la ausencia cuando desapareció la iniciativa.
En las Grandes Ligas, por ejemplo, se otorga el Cy Young al mejor lanzador de las Ligas Nacional y Americana, respectivamente, entre otros galardones.
¿Por qué no tomar esta experiencia positiva? En nuestro caso podría entregársele el trofeo José Antonio Huelga al serpentinero derecho del Todos Estrellas y el Santiago Changa Mederos, al zurdo más descollante.
El mentor más destacado recibiría el premio José Miguel Pineda; el mejor árbitro podría ser distinguido con el Amado Maestri; el jugador más valioso con el Martín Dihigo y el Novato del Año con el Yadier Pedroso, estelar monticulista artemiseño que obtuvo esa distinción en 2005 y falleció a los 26 años en un excelente momento de su carrera, víctima de un accidente de tránsito.
La cifra de premios pudiera ser mayor e incluso los nombres no tienen que ser necesariamente los que proponemos, aunque los referentes a Huelga, Changa, Maestri y Dihigo se pintan solos. Está claro que en la actualidad los problemas de la pelota cubana son tan grandes que debemos hacer un montón de cosas para tratar de resolverlos, pero creo que esto sería estimulante y contribuiría a la identidad de nuestra serie nacional.
De la misma manera que a veces nos encontramos en cualquier esquina a un grupo de aficionados refiriéndose a que Roger Clemens ganó siete Cy Young o que Greg Maddux y Randy Johnson lo conquistaron cuatro veces seguidas, qué bueno sería escuchar un día que un lanzador nuestro acumula tal cantidad de premios José Antonio Huelga o que un pelotero ha obtenido determinado número de trofeos Martín Dihigo.