Debut plateado

Gutiérrez y el guantanamero José Ramón Pelier solo cedieron ante el empuje de la dupla húngara.

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Orestes Gutiérrez
Foto: Maritza Prado
Osvaldo Rojas Garay
Osvaldo Rojas Garay
1721
14 Agosto 2017

Feliz, luciendo en su cuello la medalla de plata obtenida en el C2, a la distancia de 1000 metros, retornó el santaclareño Orestes José Gutiérrez Francisco, del campeonato mundial juvenil de canotaje realizado en el lago Pitesti, en Rumania.

Gutiérrez y el guantanamero José Ramón Pelier solo cedieron ante el empuje de la dupla húngara compuesta por Adam Slihoczki y Attila Szoke. Se trata de un resultado inédito para los exponentes villaclareños de esta disciplina en justas de este tipo, sin olvidar que en los Juegos Olí­mpicos de la Juventud, Osvaldo Sacerio se vistió de oro en Singapur, 2010.

A principios del presente año soñar con un éxito de tal magnitud era una quimera para el jovencito de 17 primaveras. Estaba propuesto para ser baja de la escuela nacional de remos y canotaje.

«Habí­a perdido el interés por este deporte, pensaba que estaba acabado, me desmotivé y no entrené como debí­a, pero tuve la solidaridad de mi familia, el entrenador Eduarny Rodrí­guez Mendoza y mis compañeros, quienes conversaron conmigo. Sus consejos me hicieron reflexionar y cambiar de actitud », refiere Orestes.

«Recapacité y comencé a tomar las cosas en serio. Me pusieron a practicar con zurdos en el C2 hasta que finalmente vieron lo bien que me iba con Pelier. Se hicieron controles eliminatorios antes del mundial y llegamos a marcar 3.40. Seguimos entrenando con más motivación y después realizamos controles con Serguey Torres y Fernando Dayán Enrí­quez. Volvimos a repetir el tiempo », relata el bicampeón nacional juvenil (2016 y 2017) y doble medallista de plata en el certamen de categorí­a adulta.

¿Cómo asumiste esta primera competencia internacional?

Tanto Pelier como yo, pensamos en que tení­amos una gran responsabilidad. No conocí­amos a los rivales, pero el tiempo que estábamos realizando daba para aspirar a ubicarnos entre los tres primeros e incluso no descartamos la posibilidad del tí­tulo.

«En el mundial clasificamos directo a la final, ganando el heat con el mejor registro de las eliminatorias. Creo que se nos escapó el oro en la arrancada. Habí­a un fuerte viento en contra, esto impidió que nos acercáramos al tiempo que estábamos cronometrando aquí­ en Cuba. Por cierto que el dí­a que obtuvimos la medalla de plata mi hermano cumplió 14 años y se la dediqué a él, que también es canoí­sta ».

¿Siempre practicaste el canotaje?

Desde muy pequeño siempre quise estar en este deporte. Mi papá me llevó a la escuela de alto rendimiento de Manajanabo. Me midieron, me pidieron los datos, pero me dijeron que no habí­a plazas. Continué insistiendo hasta que logré entrar. Esta medalla es también fruto del colectivo que me entrenó  allí­. Gracias a su trabajo pude recibir una preparación que me permitió hace tres años llegar a La Coronela, donde están los principales canoí­stas del paí­s.

Me hablabas de las excelentes relaciones que prevalecen entre los integrantes de la preselección nacional.

Todos los atletas de la canoa nos apoyaron para que obtuviéramos este resultado, Serguey, Fernando Dayán, a quien admiro mucho y en la competencia Arnold Rodrí­guez, que logró medalla de bronce en el Sub 23, nos estimuló constantemente.

  ¿Meta inmediata?

Por el momento es muy difí­cil pensar  en una olimpiada o un mundial de mayores porque en el C2 tenemos a Serguey y Dayán, un dúo de los mejores del planeta, pero sí­ podemos aspirar a participar en las Copas del Mundo, porque en esas competencias admiten más de un bote de un paí­s en la misma especialidad. Además, la actuación en Rumaní­a nos aseguró un boleto para el mundial juvenil del próximo año en Bulgaria.

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