Impagos que acosan la economía

El plazo de tributos a las oficinas de la Administración Tributaria (ONAT) vence este 2 de mayo. El proceso de fiscalización de las declaraciones juradas  comienza el día 3.

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Ilustración de Alfredo Martirena sobre los impagos en la economía.
(Ilustración: Alfredo Martirena)
Idalia Vázquez Zerquera
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
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01 Mayo 2023

 Cada año, el pago de tributos —obli­gación que involucra a miles de villaclareños— se convierte en un tormento para la Oficina Nacional de la Ad­ministración Tributaria (ONAT) y sus homó­logas municipales, ante la morosidad de los contribuyentes para cumplir con este deber ciudadano.

Aun cuando esa entidad despliega anualmente un amplio sistema divulgati­vo para detallar las facilidades de pago y todos los municipios cuentan con buzones para depositar la declaración jurada, bue­na parte de los trabajadores por cuenta propia (TCP) del régimen general de tri­butación en Villa Clara todavía no han pre­sentado la declaración jurada del impuesto sobre los ingresos personales.

En reciente audiencia para la emisora CMHW, María Marleni Machado Pedraza, directora provincial de la ONAT, expresó que solamente el 50 % de quienes tienen esta obligación había presentado la decla­ración jurada; mientras que más de 16 000 personas continuaban pendientes, a pesar de que el plazo para cumplir con este com­promiso vence el martes 2 de mayo.

Caricatura de Alfredo Martirena sobre la demora en el pago de tributos.
(Ilustración: Alfredo Martirena)

Entre los sectores más atrasados se en­cuentra el del Transporte, así como los ar­tistas. Se suman a los rezagados los agen­tes de telecomunicaciones y del seguro que ejercen el trabajo por cuenta propia, aunque, en algunos casos, alegan haber entregado las declaraciones juradas a los gestores; sin embargo, estos últimos toda­vía no se han presentado en la ONAT.

Resulta sorprendente, pero a algunos TCP tampoco les parece atractivo amortizar antes del 28 de febrero de cada año fiscal, lo que les permite acogerse a la bo­nificación y recibir un descuento de la can­tidad a pagar. No obstante, para quienes incumplen con su deber en el tiempo esta­blecido, se procederá —sin prórrogas— a la aplicación de sanciones consistentes en multas por incumplimiento y recargos, en­tre otras medidas.

Hay un hecho cierto: la propaganda sobre la cultura tributaria ha ganado espacios en los medios de comunicación y otras vías. Entonces, ¿se trata de dejadez o des­cuido ante una obligación inaplazable que se repite cada año? De más está decir que los tributos constituyen una vía para pro­veer de recursos financieros al presupuesto del Estado, destinado a la actividad presupuestaria, aprobado anualmente por ley en el seno del Parlamento cubano.

Estos montos millonarios se emplean en gastos de salarios de los trabajadores, adquisición de bienes y servicios, así como para financiar inversiones del sec­tor presupuestado.

El pago de impuestos, además de constituir una práctica regulada en Cuba, se aplica en todos los países como principal fuente de recursos financieros para asumir gastos y ga­rantizar la sostenibilidad.

El proceso de fiscalización de las declaraciones juradas, para verificar si lo declarado coincide con la realidad, comenzará el miércoles 3 de mayo. Serán visitados los contribuyentes que hayan declarado por debajo de los ingresos y se establecerá con ellos un proceso de fiscalización.

Para estar en sintonía con la legalidad, y por lo que representan para la nación estas contribuciones tributarias y sus conse­cuencias ante incumplimientos, se impone tomar una mayor conciencia sobre el tema, pagar de manera disciplinada y en los plazos establecidos, tal y como exigen estos tiempos tan complejos.

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