
Abrir caminos en un mundo en el que no existen guías provoca bastantes retos. Tuvo que enfrentarlos el Dr. C. Gilberto Quevedo Sotolongo, presidente de la Sociedad de Interfaz (SICTE S.A), con capital totalmente cubano, mas nunca olvidará el rostro de la empleada del Banco cuando acudió para abrir la cuenta de una Sociedad Mercantil.
«Fue indescriptible, algo desconocido porque en la provincia no existía ninguna, y como esa, miles de anécdotas de todo tipo al tener que navegar por infinidad de cambios».
Así inició esta Sociedad Interfaz de Ciencia y Tecnología de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, que hoy figura entre los cuatro colectivos de la casa de estudios superiores declarados Vanguardia Nacional durante 2024.
Una empresa que ingresó en ese período más de 40 millones de pesos con el cumplimiento en la totalidad de los indicadores, en utilidades e ingresos, y este año aspiran a llegar a 42 millones.
Quizás, alguna vez, Gilberto Quevedo se sienta y reflexione de lo que sería un proyecto de magnitud inimaginable por entonces. Junto a su homóloga CETA S. A. —adscrita a la capitalina Universidad Tecnológica de La Habana «José Antonio Echeverría» (Cujae)— la del centro de Cuba posibilita el vínculo entre las entidades de ciencia, tecnología e innovación nacionales y el sector empresarial.
Algo que cambió la vida de quien no puede dejar de ser profesor. Pensaba que su etapa en la Facultad de Construcciones había terminado pasando por sus máximos escalones directivos. «Fue a fines de 2018 cuando el actual rector habló conmigo en una etapa crítica para mí, porque cuatro meses antes me sometí a una compleja cirugía a corazón abierto».
Quevedo, como lo llaman la mayoría de quienes lo conocen, lo consultó con su familia, mas confiesa que no le desagradó la propuesta a este ingeniero civil, un cubano criollo que puede jugar con su jerga humorística y quedar tan serio como el que más, con disparos certeros a la diana porque defiende el refrán, convertido en coraza, de que «al pan, pan, al vino, vino».
Como hombre decidido se lanzó al ruedo bajo el optimismo de seguir adelante en lo que ha tenido múltiples satisfacciones y no pocos encontronazos.
«Durante 2019 estuvimos gestando la idea hasta que el 16 de enero de 2020 llegó la confirmación de que estaba autorizada la creación de la empresa que ha logrado acumular 132 contratos con el sector productivo y de servicios».
SICTE S. A. arribará en mayo a su primer quinquenio, y ha influido en la formación de otras entidades de interfaz en el país como gestores en conformar la red nacional, a la vez que atiende cinco procesos relacionados con proyectos nacionales, sectoriales y territoriales, los de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) con peso en estas últimas para que resulten sostenibles, sin minimizar alianzas a partir de transferencia de tecnologías, con otros actores económicos, y los contratos de producción y comercialización cooperada.
«También ofrecemos servicios académicos, organizamos eventos científicos e impactamos en todas las áreas de la ciencia: sociales, humanísticas, económicas, biológicas, agropecuarias y técnicas, en tanto existe especialización en proyectos de investigación, en los cuales participan profesores expertos de diversas áreas de la UCLV».
Bajo la óptica del Dr. C. Gilberto Quevedo con los procesos que asumen, «la empresa crece y se consolida. El pasado año atendimos 90 proyectos, con gerencia económica y logística, y seis programas con ingresos superiores a los 21 millones de pesos. También a partir de proyectos emanados por empresas y entidades presupuestadas que originaron 67 de este tipo para un poco más de 12 millones de pesos».
—Al valorar los sectores estratégicos con mayor influencia, ¿cuáles mencionaría?
—Hay peso en energía, telecomunicaciones, construcciones, ciencias agropecuarias, que también salen por el Instituto de Biotecnología de las Plantas (IBP) e industrias.
—¿Y aquellos que aún no obtienen los resultados deseados?
—Todavía no somos mayoritarios en el turismo, aunque se dan los primeros pasos, y el otro deprimido recae sobre determinadas aristas de la industria agroazucarera.
De exportaciones y otros perfiles
La UCLV resulta el centro de Educación Superior más importante de la región central de Cuba y es acreedora de la condición de Excelencia, otorgada por la Junta Nacional de Acreditación (JAN) en 2016.
Por la calidad demostrada de sus profesionales la exportación de productos de la ciencia es fundamental, y entre los principales con esta finalidad, a pagar desde una pasarela internacional, figuran la solicitud de doctorados, maestrías, carreras completas, cursos cortos, pasantías y posdoctorados para clientes extranjeros, y la modalidad de profesor invitado que viaja desde Cuba hacia una universidad radicada en el exterior.
Si se habla de comercialización de servicios académicos rebasa ya los 50 contratos, algunos en alianza con la Universidad del Deporte de La Habana; sin embargo, las acciones no quedan enquistadas en una visión unilateral porque se suman los propios contratos empresariales en la provincia.
«El 40 % está destinado a productos científicos como los que se realizan en nuestra fábrica de cemento, que ofrece la posibilidad de un paquete de servicios para la realización de pruebas industriales de países extranjeros».
A ello se agrega la gerencia comercial y logística de eventos. «Estamos en la preparación de la V Convención Científica Internacional de la Universidad Central, fijada para el venidero octubre, a partir de la experiencia de eventos anteriores. Vale decir que en la edición anterior ingresamos 13 millones de pesos, con una parte en divisas».
Como empresa que tiene los pies en la tierra, SICTE S. A. no se descontextualiza de su entorno. No cierra puertas y admite la participación amplia en sus proyectos en los que se suman profesores jubilados, estudiantes u otro personal. Siempre que aparezcan nominados reciben idénticos beneficios, a tal punto el pasado año pagaron 12,5 millones de pesos de remuneración a 857 personas que ganaron dinero por encima de su salario.
Y no menos importante es el acompañamiento a los gobiernos municipales y al provincial en las transformaciones dentro de renglones estratégicos de la sociedad cubana, entre ellas, la agricultura, empresas agroindustriales azucareras y políticas públicas.
Desde su fundación, los ingresos de SICTE S. A. superan los 200 millones de pesos, y aunque para llegar a su sede haya que transitar por el largo camino que conduce a la otrora Las Antillas, de la UCLV, vale nutrirse de experiencias revitalizadoras bajo sus siglas que enfilan al desarrollo.