El lugar para homenajear a varias generaciones de maestros y profesores no podía ser mejor: la Sala Caturla, de la Biblioteca Provincial Martí, donde reposaron en octubre de 1997, los restos del Che, el primer Doctor Honoris Causa en Pedagogía investido por la Revolución.
Yasser Hurtado Chinea, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Villa Clara, hace entrega del reconocimiento a Jacinto Lantigua de la Villa (hijo de Pedro Lantigua) y a otros familiares del campesino asesinado por los bandidos. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
La presencia de los familiares de Pedro Lantigua, el campesino que muriera junto al joven alfabetizador Manuel Ascunce Domenech, le aportó mayor simbolismo al acto. Allí estaban Pedrito y Jacinto Lantigua de la Viña, los hijos de Pedro, la nieta Isnerys, y Leinier Jaime Lantigua, uno de sus bisnietos.
Un pase de lista a los alfabetizadores asesinados por las bandas contrarrevolucionarias fue leído con emoción por Magalys Olmo López, quien fuera compañera de Conrado Benítez, para dar paso luego a la visualización del documental Soy el maestro de la casa, la frase dicha a sus captores por Manolito, el alfabetizador sagí¼ero de 16 años, minutos antes de ser vilmente asesinado.
Magalys Olmo realizó el pase de lista a los alfabetizadores asesinados por las bandas contrarrevolucionarias. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Allí sentados había hombres y mujeres que fueron maestros voluntarios, alfabetizadores, maestros Makarenko, miembros del Contingente Pedagógico Manuel Ascunce Domenech. También estaba el general de brigada (r) Andrés Leiva Castro, quien tuviera una activa participación en la lucha contra bandidos.
Y como símbolo de la nueva Cuba que surgió en 1961 con la alfabetización de más de un millón de cubanos, de igual manera estaba entre los asistentes: José Flores, quien aprendió a leer y a escribir sus primeras letras durante la Campaña. Flores, más conocido como el Camarada, fue delegado fundador de los órganos del Poder Popular y consecuente defensor de los ideales inculcados por Fidel.
La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Villa Clara impulsora del homenaje reconoció con sendos diplomas a los familiares de Pedro Lantigua. También distinguió a la sede universitaria Félix Varela, a la Escuela Pedagógica Manuel Ascunce y al sectorial provincial de Educación, en el marco de la Jornada del Educador, la que se extenderá hasta el venidero 22 de diciembre, día en que Fidel proclamara ante el mundo la victoria cubana de la alfabetización.
Las palabras centrales estuvieron a cargo del primer secretario de la UJC en Villa Clara, Yasser Hurtado Chinea, quien rindió homenaje a las diferentes generaciones de educadores allí presentes.
El Buró Provincial del la UJC reconoció a Alejandro Moya y Esperanza González Barceló, director de la Escuela Formadora de Maestros Manuel Ascunce Domenech, y directora de Educación provincial en Villa Clara, respectivamente. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
A cada uno de los presentes se le entregó un diploma que contiene la carta en la que Pedrito Lantigua el alumno de Manuel Ascunce le decía a Fidel que ya sabía leer y escribir.
Para concluir el merecido homenaje se cantó entre todos, el hermoso Himno de la Alfabetización, en la actualidad poco conocido por las más jóvenes generaciones de cubanos.
Resultó una sencilla y emotiva manera de rendir tributo a aquellos que día a día, de manera altruista, dedican sus mejores esfuerzos a enseñar, y a esos, que hoy disfrutan la merecida jubilación, pero que tuvieron en su momento sobre sus hombros a la sociedad cubana actual.