Con los pies en la tierra

El partido más esperado de octavos de final de la Champions League se ha jugado en el Camp Nou y los de Koeman han caí­do 4 goles por 1 ante el PSG de Pochettino.

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Kylian Mbappé
El francés Kylian Mbappé se convirtió en el primer jugador en marcarle un Hat Trick al Barcelona de Leo Messi en Champions League. (Foto: Tomada de Internet)
Dayana Darias Valdés
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17 Febrero 2021

Es la Champions League, no hay otro, no puede haber otro torneo que te suba la presión durante 90 minutos. Sabes que es dí­a de Champions y que tu locura pasional por el fútbol te mantendrá en vilo. Es eso lo que le pasó a la afición del FC Barcelona al jugarse la ida de octavos de final contra el club francés PSG.  

El Barza vení­a de «un buen momento », las afueras del Camp Nou delataban a una afición que anhela desafortunadamente ganar la Champions. Una escena así­ no se vio ni siquiera cuando el Madrid y el Sevilla recibieron sus tí­tulos el pasado año. El humo rojo dio la bienvenida a los azulgranas a su santo templo. La noticia del dí­a era que Piqué volverí­a al campo como titular y la fe en que «Leo la hará » siempre es un amuleto imprescindible.  

El Barza adelantó en el minuto 27' con un penal del que no se hablará mucho, Messi lo convirtió con la maestrí­a habitual. Pero la historia que narraba el terreno era otra, los de Pochettino, los prí­ncipes de Francia, ya eran superiores antes de llegar al campo.  

Cuatro minutos después comenzó el recital de goles desde la zurda de Mbappé. La figura parisina recibió un excelente pase de Marco Verratti, se llevó a Clément Lenglet y definió dejando sin oportunidad a Marc-André Ter Stegen.

Una vez Ter Stegen fue el mejor de los azulgranas, no se le deberí­a reprochar ninguno de los goles que recibió cuando pudieron ser muchos más durante la exhibición del PSG.  

En el complemento un nuevo tanto de Mbappé inclinó una balanza que no se detendrí­a. Al 65' Alessandro Florenzi recibió en la banda derecha y envió un centro que Piqué no pudo alejar. El balón quedó a merced de Donatello, y él, incapaz de perdonar con el arco abierto.

Esta es quizás la imagen más difundida del partido, un Piqué desgastado y un Mbappé imparable. (Foto: Tomada de Internet)

Cinco más tarde se vuelve a escuchar el grito de gol, el tercero en la táctica fija. Leandro Paredes ejecutó una falta desde la izquierda y envió un centro preciso para Moise Kean; el italiano apareció completamente solo.  

El Barcelona, sin ideas, sin fí­sico suficiente y con pocas ganas, estaba completamente derrotado. Al 86' un contragolpe del PSG sentenció el encuentro con la firma del protagonista: Mbappé fue habilitado por Julian Draxler y de primera metió un derechazo al ángulo. Hat-trick para el «heredero » del balompié mundial.

Un loco Mbappé, a estas alturas ya soñado por todos los clubes del mundo, como dijese el narrador durante el partido «lo está haciendo como su leyenda ». Mbappé le prometió a Pochettino el dí­a antes que el entrenador se llevarí­a su segunda victoria en el Camp Nou. El francés de 22 años se sabe de memoria la magia del fútbol. Tres le marcó a los de Koeman, tres veces lo celebró a lo Cristiano. Su risa se coló en cada segundo del juego, Mbappé se divirtió jugando al fútbol y ahora pasará a las portadas de todas las revistas y será el centro de las especulaciones ante un posible fichaje por el Real Madrid. Kylian ha sido contundente y ha dicho «este es el único club que hay en mi corazón, soy feliz aquí­ ».  

El balón está en el medio del campo mientras todos se caen a patadas, que si Koeman, que si Messi... El momento de echar las culpas siempre es el más jodido, pero si esta periodista tuviese que hacerlo el único culpable serí­a Mbappé.  

Donatello fue nombrado mejor jugador del partido y se llevó a casa el balón. (Foto: Tomada de Internet)

No exijo mucho de Koeman, no sabe qué hacer con la plantilla. Aunque se pueden celebrar algunos talentos emergentes como Pedri y Riqui Puig, la defensa y el centro del campo culé son un barco que se balancea entre buenos y muy malos juegos. Koeman quizás falla en la lentitud con la que reacciona a la hora de hacer los cambios.

Y a Messi sólo lo culpo por su falta de carácter. No es el mismo de hace cinco años, pero sigue estando entre los mejores del mundo. Es un genio del balón, pero el fútbol no ha dejado de ser un deporte de once.  

Con los pies en la tierra, con el frí­o que eso conlleva, suponer una remontada del club español en la vuelta es prácticamente utópico. Para que esto suceda y pasen a cuartos de final deben ganar con una ventaja de al menos 4 goles, y para ese entonces el PSG ya podrí­a contar en su ofensiva con Neymar y Di Maria.

Me remito a las palabras de Cristiano Ronaldo cuando le preguntaron de qué se trataba la Champions: «Las rondas eliminatorias. Es casi como si otra competencia comenzara a partir de este momento y todos tuvieran que aportar su mejor juego, porque cada detalle puede marcar la diferencia ».

Para el Barza, esta temporada tampoco habrá Champions, se les va de las manos el torneo más importante del planeta fútbol. La Liga y la Copa del Rey también se ven lejos de la tierra.

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