El último gran resultado del béisbol cubano

En 2006 Cuba alistó a sus mejores peloteros de la serie nacional de béisbol para enfrentar el mayor reto de su historia hasta ese momento: el primer Clásico Mundial, donde ocupó la segunda posición.

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Los peloteros cubanos festejan su actuación en el Primer Clásico. (Foto: Tomada de Internet).
Los peloteros cubanos festejan su actuación en el Primer Clásico. (Foto: Tomada de Internet).
Osvaldo Rojas Garay
Osvaldo Rojas Garay
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23 Marzo 2021

Dicen que recordar es volver a vivir, por eso no querí­a pasar por alto los 15 años del que considero el último y más grande resultado del béisbol que se juega en Cuba, el cual  se concretó el 20 de marzo del 2006. Y lo afirmo aun cuando los Vegueros de Pinar del Rí­o lograron conquistar en este perí­odo el tí­tulo en una Serie del Caribe.

Respaldada por 25 tí­tulos mundiales, 3 coronas olí­mpicas, 9 gallardetes en Copas Intercontinentales, 11 en Juegos Panamericanos y 13 en Centroamericanos y del Caribe, los de la mayor de las Antillas alistaron a sus mejores peloteros de la serie nacional de béisbol para enfrentar el mayor reto de su historia hasta ese momento: el primer Clásico Mundial.

Elliot Castro, jefe de redacción del periódico boricua Claridad,  afirmó: «Este Clásico era una necesidad, lamentablemente no satisfecha desde antes. Si el fútbol hace sus Copas Mundiales, el béisbol debe institucionalizar estos torneos.

«Cuba es el principal elemento del banquete deportivo que va a ser el Clásico, era la fruta prohibida ante los profesionales », argumentó Elliot.

La selección criolla fue ubicada en el grupo C, con sede en el estadio Hiram Bithorn, de la ciudad borinqueña de San Juan, donde figuraban también los planteles de Panamá, Holanda y el anfitrión Puerto Rico.

Eduardo Paret, uno de los cuatro villaclareños que participaron en la exigente cita. (Foto: Tomada de Internet).
Eduardo Paret, uno de los cuatro villaclareños que participaron en la exigente cita. (Foto: Tomada de Internet).

Antes de la partida hacia el Clásico, los 30 peloteros que defenderí­an a Cuba fueron recibidos la noche del 5 de marzo de 2006 por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el Palacio de la Revolución.

Como reseñó el periodista Alfonso Nacianceno en la edición del diario Granma  del 6 de marzo de 2006, fueron dos horas de conversación en un ambiente fraternal,  durante las cuales el jefe de la Revolución se interesó por numerosos detalles de la preparación, la composición de nuestro equipo y de las selecciones contrarias, las caracterí­sticas de los estadios techados y el césped artificial, el calendario del torneo, las transmisiones televisivas.

Indagó también sobre las reglamentaciones especiales para el pitcheo  y preguntó cómo se habí­an preparado nuestros lanzadores para este reto.

Puntualizó Fidel que este serí­a el torneo más duro que Cuba hubiera enfrentado, y nuestro pueblo estaba consciente de ello; pero a la vez, habí­a mucha confianza en la calidad y la entrega de nuestros peloteros: «Confiamos en la calidad de ustedes, en el honor de ustedes, en la firmeza de ustedes ».

Ciertamente, ante la nueva experiencia existí­an dudas sobre si la selección de la mayor de las Antillas serí­a capaz de salir airosa en sus enfrentamientos con poderosas novenas cuajadas de estrellas de Grandes Ligas. El conjunto, dirigido por Higinio Vélez, aventajó en 12 entradas a Panamá, 8 carreras a 6, y posteriormente a Holanda, 11 a 2, con lo cual aseguró su presencia en la segunda ronda. En la última salida en su llave, fueron noqueados por el elenco de casa, 2 a 12, hecho inédito para los cubanos hasta ese momento en eventos de primer nivel.

Tras el triunfo de los puertorriqueños, el manager José Oquendo, advirtió: «No me dejarí­a llevar por esta noche mala de ellos (el equipo Cuba), porque eso pasa en el béisbol. Ellos van a hacer un estudio de lo que pasó y van a venir mejor preparados la próxima vez que nos enfrentemos. Es un equipo bien agresivo y no se van a intimidar ».

Así­ fue. Los criollos aprendieron bien la lección. Derrotaron a Venezuela (7-2) y a Puerto Rico (4-3), y aunque cayeron ante República Dominicana (3-7), lograron acceder a la semifinal del Primer Clásico Mundial, algo que muchos no pronosticaban.

Tras batir 3 carreras a 1 al poderoso equipo de República Dominicana en la antesala de la final, los cubanos pasaron a la discusión del tí­tulo contra Japón, equipo ante el cual cedieron ¡con las botas puestas!, 6 carreras a 10, para culminar en la segunda posición. Realmente, lo sucedido en   aquel certamen, finalizado el 20 de marzo de 2006,   fue una hombrada en la lid más fuerte en que se habí­an involucrado los peloteros criollos hasta ese momento.

Tres de nuestros jugadores ganaron un espacio en el Todos Estrellas del torneo: el intermedista Yulieski Gourriel, el bateador designado Yoandy Garlobo y el serpentinero Yadel Martí­.

Consumada la hazaña, a su regreso, el pueblo les dio un gran recibimiento el martes 21 de marzo. La selección nacional fue acogida en el aeropuerto José Martí­ a las cinco de la tarde y desde allí­ realizó un recorrido que abarcó la avenida de Rancho Boyeros, la Avenida de los Presidentes hasta la calle 23 en el Vedado. De ahí­, al Malecón, luego llegaron hasta la calle 12, de nuevo entraron a la calle 23 en busca de la avenida 26, hasta concluir en el Coliseo de la Ciudad de Deportiva, donde fueron recibidos por Fidel posiblemente su última aparición pública, al menos que este periodista recuerde, con el elenco nacional de béisbol, aunque vale aclarar que un mes más tarde, el lunes 24 de abril de 2006, en esa emblemática instalación el Comandante en Jefe dejó oficialmente inaugurada la III Olimpiada del Deporte Cubano.

El villaclareño Eduardo Paret le entregó a Fidel la bandera cubana que presidió los dí­as de gloria en San Juan de Puerto Rico y San Diego, California. Además, el yumurino Yoandy Garlobo le ofreció al lí­der de la Revolución dos pelotas firmadas por la treintena de jugadores. A su vez, «por la hazaña », el mandatario cubano le obsequió a cada uno de los jugadores un bate especialmente diseñado, y al mentor Higinio Vélez, un diploma enmarcado en un cuadro con la inscripción Felicidades, campeones  de la dignidad, y saludó personalmente a los miembros del cuerpo técnico.

I Clásico Mundial de Béisbol (Japón, Puerto Rico, Estados Unidos). 2006  (2.o lugar)

Receptores: Ariel Pestano, Eriel Sánchez y Roger Machado

Jugadores de cuadro: Joan Carlos Pedroso, Ariel Borrero, Eduardo Paret, Rudy Reyes, Yulieski Gourriel, Juan Carlos Moreno, Leslie Anderson y Michel Enrí­quez

Jardineros: Osmani Urrutia, Alexei Ramí­rez, Yoandy Garlobo, Carlos Alberto Tabares y Frederich Cepeda

Lanzadores: Ormari Romero, Pedro Luis Lazo, Adiel Palma, Yadel Martí­, Vicyohandry Odelí­n, Yulieski González, Yunieski Maya, Norberto González, Deinys Suárez, Luis Borroto, Maikel Folch, Yadier Pedroso, Yosvani Pérez y Jonder Martí­nez

 DT: Higinio Vélez

 

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