Modesto Verdura intercambia impresiones con nuestro Comandante en Jefe. (Foto: Tomada de Internet)
Osvaldo Rojas Garay
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24 Octubre 2021
24 Octubre 2021
hace 3 años
Tengo la costumbre de revisar los mensajes que nos envían nuestros lectores, y el 19 de octubre nos escribió Alex sobre las dos victorias que obtuvo Jesús Torriente sobre Estados Unidos y, además, añadía que eso nadie lo había hecho en Cuba.
Un día después, Carlos Aníbal afirmó que el primero había sido Modesto Verdura en los Juegos Panamericanos, en 1963. Realmente Carlos tiene la razón, pero más que eso, ambos me motivaron a elaborar este trabajo sobre los serpentineros cubanos que después del triunfo de la Revolución les han ganado en un par de ocasiones en un mismo torneo a los estadounidenses en certámenes de envergadura.
Pues bien, como ya había mencionado, el primer serpentinero en obtener dos victorias sobre Estados Unidos fue el fallecido Modesto Verdura, quien en los Juegos Panamericanos de Sao Paulo 1963 superó a los norteños, primero con una sonrisa amplia de 13 carreras a una, con destaque a la ofensiva de Urbano González, quien compiló de 6-5, mientras que en el segundo partido, el triunfo fue más reñido, 3 a 1.
Tras conquistar el cetro en esos Juegos, cuatro años más tarde en los Panamericanos de Winnipeg 1967, aunque Cuba tuvo que conformarse con el subcampeonato, detrás de Estados Unidos, Jesús Torriente doblegó en dos oportunidades a los monarcas de aquel torneo.
Si hubo una victoria que los cubanos disfrutaron con mucha alegría fue la corona conquistada en el XVIII Campeonato Mundial, con asiento en las ciudades colombianas de Cartagena y Barranquilla, en noviembre de 1970, donde participaron 12 equipos, y allí José Antonio Huelga les ganó a los estadounidenses los dos partidos de la serie extra por el título, para convertirse en el Héroe de Cartagena.
Los cubanos perdieron su invicto en la octava salida en aquella justa, el 28 de noviembre de 1970, cuando los pupilos de Servio Borges cayeron frente al lanzador más impresionante de todos los que intervinieron en el torneo, el norteamericano Burt Carlton Hooton, quien contuvo la ofensiva cubana, que se había mostrado indetenible en los siete choques iniciales.
Estados Unidos salió triunfante frente a los defensores del cetro, 3 a 1 y no 3 a 0 como aparece registrado en la Guía Oficial de Béisbol de 1970. Hooton no toleró indiscutibles, aunque sí una carrera en el final del sexto capítulo cuando Rigoberto Rosique se embasó por error del inicialista, el lanzador norteamericano cometió un wild que provocó su avance a la intermedia, y a continuación Félix Isasi conectó roletazo por territorio del torpedero Gregori Gromek y Rosique siguió todo el tiempo para la goma.
Hubo una polémica jugada en el octavo, al entrar en circulación Wilfredo Sánchez por un supuesto jit por el cuadro, pero en definitiva le borraron el aparente sencillo al Gamo de Jovellanos y le acreditaron error al paracortos Gromek. El propio Hooton reconoció posteriormente en entrevista a un semanario colombiano que el batazo de Wilfredo sobre el cual le anotaron una pifia al torpedero había sido jit.
Cuba y Estados Unidos terminaron en la cima, con balance de 10 y 1, por lo que hubo necesidad de efectuar un play off de tres juegos a ganar dos, para decidir el título del campeonato. José Antonio Huelga y Burt Hooton resultaron las designaciones de sus respectivos mentores para el desafío inicial, el 2 de diciembre, en el estadio 11 de Noviembre, de Cartagena.
Huelga y Burt Hooton se enfrascaron en un duelo de once capítulos ganado por los criollos, 3 a 1. Tras su colosal faena, Huelga declaró que se sentía algo cansado, pero que si su brazo hacía falta nuevamente para trabajar echaría el resto en cada lanzamiento. El brazo hizo falta y 48 horas después, volvió a la carga frente a Estados Unidos para asegurar la victoria en el memorable play off.
Dos estelares zurdos, Santiago Changa Mederos perdió contra los norteños en el desafío del calendario oficial y Richard Troedson fueron los iniciadores del choque que resultaría decisivo, Changa ni tampoco su relevo Manuel Hurtado, pudieron pasar más allá del quinto. Los norteños se acercaron, 4 a 3 y llenaron las bases. Servio llamó a Huelga, que sacó el out que faltaba para impedir el empate.
En el final de esa entrada Cuba rubricó su quinta y última carrera. Entretanto, Huelga en 4 capítulos y un tercio de actuación limitó el gasto ofensivo de la tanda rival a un solitario incogible de Sam Ewing con dos outs en el octavo.
El noveno capítulo Huelga lo terminó con paso chévere, pues retiró al inicialista John Walthan en roletazo, al emergente Roger Schmuck en foul fly y cerró con broche de oro sirviéndole un ponche a William Stearn.
De esta manera concretó su segundo triunfo, 5 a 3, ante los norteamericanos con solo un día de asueto para darle a Cuba su décimo título mundial en el béisbol. Si en Santo Domingo, un año antes, Gaspar Pérez fue el Héroe de Quisqueya, en 1970, a la pelota le había surgido otro héroe: José Antonio Huelga, el Héroe de Cartagena, como lo catalogó el líder de nuestra Revolución, Fidel Castro.
Los triunfos de Huelga en la cita del orbe de Barranquilla y Cartagena marcaron un hito para los lanzadores de la Mayor de Las Antillas, pues se convirtió en el primer serpentinero cubano en batir en par de ocasiones al elenco estadounidense en un mismo campeonato mundial.
También en otro mundial muy recordado, el de Italia, 1988, el capitalino Euclides Rojas esbozó un par de sonrisas en rol de relevo. El 4 de septiembre, 10 a 9, con cuadrangular decisivo del villaclareño-avileño Alejo O’ Reilly Morejón y el 7 de septiembre, 4 a 3, con bambinazo dorado de Lourdes Gourriel, comprovinciano de Huelga, quien se erigió en el Héroe de Parma.
En la Copa Intercontinental de Bélgica 1983, el pinareño Julio Romero sonrió dos veces contra Estados Unidos, 6 a 1 y 4 a 1, en tanto el vueltabajero Pedro Luis Lazo doblegó a los estadounidenses en la Copa Intercontinental de 1997.
La hazaña de Verdura en los Juegos Panamericanos de 1963 fue igualada posteriormente por el matancero Jesús Torriente en los V Juegos, en Winnipeg, en 1967, José Antonio Huelga en el certamen planetario de 1970, Julio Romero en la Copa Intercontinental de 1983, Euclides Rojas, en el mundial de 1988 y Pedro Luis Lazo en la XIII Copa Intercontinental de 1997 escenificada en Barcelona.
Hay otros serpentineros que también dominaron en dos ocasiones a Estados Unidos, pero no en un mismo certamen, como ocurrió, por ejemplo, con Conrado Marrero y Braudilio Vinent.