Llegará el agua, ¡y para quedarse!

Instalarán 76 estaciones de bombeo de agua con paneles solares en Villa Clara para mejorar el abasto de agua

Compartir

Mónica Sardiña Molina
Mónica Sardiña Molina
@monicasm97
548
06 Abril 2023

Podríamos valernos de toda clase de metáforas para ilustrar los beneficios de la primera estación de bombeo con paneles fotovoltaicos en Villa Clara sobre la calidad del abasto de agua. A tal punto la realidad baña, refresca y hace reverdecer a la comunidad El Rubí, del municipio de Ranchuelo, que sus pobladores ya no estiman imprescindible un ciclo diario de distribución.

(Ilutración: Alfredo Martirena)
(Ilutración: Alfredo Martirena)

La estabilidad eliminará los picos de demanda que se generan cuando, después de veinte días o un mes con tuberías y tanques secos, las familias vierten con abundancia el líquido sobre quehaceres domésticos acumulados y llenan hasta el último vaso, temerosas de la próxima sequía prolongada e impredecible. Los equipos y las reservas en las presas también sufrirán menos.

Llenos de expectativas, los vecinos de la comunidad Base Aérea, en Santa Clara, aguardan por la terminación de la caseta, la instalación del equipo de bombeo y el aterramiento, para la puesta en marcha de otra estación similar, la segunda de 76 previstas para montar este año en la provincia.

En los almacenes de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, se encuentran otras diez bombas con sus paneles solares. Solo faltan accesorios, partes y piezas, para completar los kits y continuar resolviendo carencias en Caibarién, Manicaragua (Jibacoa y Potrero Güinía), Quemado de Güines (Panchito Gómez Toro, Salvadora y la cabecera municipal), Santo Domingo (La Caoba y Manacas), Camajuaní (La Quinta y Juan Francisco), Ranchuelo (San Juan) y Santa Clara (Juan Francisco Aro), entre otras localidades.

Aunque la instalación no avanza tan rápido como desea Vladimir Santaya Santana, director provincial de Acueducto y Alcantarillado, aseguró que todos los municipios dispondrán de al menos una bomba hidráulica movida por la energía resultante de la luz solar, en la medida en que llegue el equipamiento a la provincia.

A punta de lápiz lleva el funcionario las ventajas de la inversión sobre la calidad de vida de la población, las finanzas de la empresa, los ingresos de los trabajadores y la economía nacional.

Las 76 estaciones garantizarán un abasto estable de agua a más de 150 000 habitantes y aportarán a la generación más de 1000 kW de energía al año, pero ahorrarán más de 2600 kW por día, más de 74 toneladas de fueloil en 12 meses y 565 barriles de diésel en el mismo lapso, cuyo precio supera hoy los 60 000 USD en el mercado internacional. No menos relevante resulta el hecho de que evitarán la emisión de 240 toneladas de dióxido de carbono.

La entidad ganará seguridad en el trabajo, una disminución considerable de las averías de los equipos, así como del gasto energético que la coloca entre las mayores consumidoras de electricidad asociada a la generación fósil. En tanto, los trabajadores gozarán de mayores garantías de distribución de utilidades y acceso a otras formas de estimulación salarial.

Desde el punto de vista tecnológico, el conocimiento sobre el funcionamiento de los equipos, los niveles dinámicos y estáticos del agua subterránea, el seguimiento en tiempo real de todos los parámetros, y el sistema de sensores que detendrá las máquinas ante cualquier falla, casi anularán el índice de bombas quemadas y dejarán muy atrás el bombeo que hoy se realiza a ciegas, debido a la obsolescencia tecnológica.

En medio de la renovación, no han quedado olvidadas la capacitación a los operadores ni las gestiones con autoridades locales y líderes comunitarios para garantizar la seguridad de los emplazamientos.

Esta trasformación sustancial sobre el bombeo de agua en la provincia no resulta un intento aislado para satisfacer demandas históricas y muy sensibles de la población, o hacer las paces con el medio ambiente, sino que se inserta en la línea de Energía de la estrategia de desarrollo territorial, donde prima el pensamiento científico puesto a disposición de las comunidades, mediante la alianza entre el Gobierno, la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas y todas las empresas y entidades implicadas.

Los 11 programas que completa la línea de Energía incluyen biomasa cañera y sus derivados energéticos, desarrollo de las potencialidades del biogás, fuentes renovables de energía (FRE) — fotovoltaica, eólica, hidráulica— para la generación eléctrica centralizada, la producción de alimentos y el resto de los sectores productivos y de servicios; eficiencia energética, e infraestructura eléctrica y generación fósil. De manera transversal, se desarrollará la comunicación, la búsqueda de financiación y promoción de los actores económicos, la capacitación, así como el impulso de la ciencia y la innovación para el desarrollo energético local.

Las proyecciones están a la altura de lo que merece el pueblo y el trabajo no puede resultar menos ambicioso. Quedan muchos planes por explicar, acciones por comprobar y resultados que sopesar, y las páginas de Vanguardia no escaparán del análisis.

 

Comentar