
Che, tu victoria es la nuestra
El Che no era un ser perfecto, distaba de ello; un hombre completo, sí; cabal, de pasión y audacia desmedidas, de inmensa estatura internacionalista y terquedad insurrecta, de autenticidades, voz propia y entrega total, altruismo a manos llenas, validez incuestionable.
Autor: Claudia Yera Jaime